El equipo adecuado para el buen funcionamiento de un Servicio de urgencias de Atención Primaria debe incluir celador, médico y enfermería, en un volumen proporcional a la población a la que se debe atender en cada centro. En la zona Noroeste se notificó falta de personal en la práctica totalidad de los centros de atención de urgencias: faltaron médicos en Moralzarzal, Manzanares el Real, Soto del Real, Guadarrama, Pozuelo, Collado Villalba y El Escorial. También faltaron enfermeras en los centros de Soto, Robledo de Chavela, Rascafría, Torrelodones y Villanueva de la Cañada, y celadores en Majadahonda y Torrelodones, según los datos facilitados por los propios profesionales.
“La apertura se produjo sin estar cubierta la planificación con los profesionales imprescindibles para un correcto funcionamiento, y con lo que parecía una auténtica falta total de previsión. Se produjeron multitud de incidencias que han provocado una guardia auténticamente caótica”, han asegurado desde CCOO Noroeste. “En nuestra comarca, no ha habido prácticamente ningún centro que haya comenzado su servicio con el equipo completo en tiempo y forma. Ha habido multitud de casos de desplazamientos a toda prisa de un pueblo a otro, en mitad de la guardia, para cubrir puestos”.
“En localidades como Majadahonda (72.000 habitantes), el servicio se abrió únicamente con un celador, al igual que en Boadilla del Monte (60.000 habitantes). Moralzarzal (12.000 habitantes) y Guadarrama (16.000 habitantes) se abren únicamente con una enfermera. La localidad más poblada de la zona serrana, Collado Villalba (64.000 habitantes), abrió su centro de urgencias con un único médico, y a lo largo de la guardia, la Gerencia envió un enfermero y un celador”, señalan en un comunicado.
La Comunidad denuncia un alto número de bajas
Por su parte, desde la Consejería de Sanidad alertaban de muchos casos “de profesionales que no han acudido a trabajar por situaciones sobrevenidas que normalmente no pasan del 10 por ciento. En este primer día hemos tenido un 60 por ciento de bajas en médicos y un 40 por ciento del total de los trabajadores que tenían que acudir a estos centros a realizar su actividad”.
Las bajas, aseguraban ayer jueves por la noche, “nos han obligado a una reestructuración de todo el sistema porque lo más importante es que a todos los pacientes, a toda la población, hay que atenderle de acuerdo a sus necesidades”. En cuanto al balance de la actividad, a lo largo de la jornada “se realizaron 747 atenciones en estos puntos, menos de un paciente por hora y centro”.
El consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, ha asegurado que se investigará esas bajas sobrevenidas “una a una”, ya que el 57 por ciento del personal médico que tenía que acudir a trabajar no lo hizo.
“Todas estas bajas van a ser analizadas con detenimiento, al tratarse de un porcentaje absolutamente anómalo, cuando la media de incapacidades temporales que se produce en una apertura de esas urgencias extrahospitalarias apenas alcanza el 10 por ciento, frente al 57 por ciento que se alcanzó ayer”, ha asegurado este viernes. “Tenga muy claro que no fue una casualidad. Muchas de las personas que luego no acudieron a su puesto de trabajo habían confirmado su asistencia previamente. Cada uno que saque sus conclusiones”, ha asegurado.
Contestación de los médicos
Desde AMYTS, sindicato mayoritario entre los médicos madrileños, han rechazado estas delcaraciones, y han asegurado que “es bastante irresponsable también sugerir un posible boicot cuando lo que está en juego es la salud de los profesionales y de la población”. Para este sindicato “llama la atención que lancen estos datos con tanta celeridad cuando durante varias semanas de la primera ola de la pandemia no comunicaron la cifra de médicos infectados por la COVID19. Lo que sí podemos asegurar es que es una irresponsabilidad señalar a unos profesionales SAR que son ejemplo de responsabilidad como han demostrado durante toda la pandemia”.
“En el día de ayer, en la reapertura de los PAC, nos llegaron numerosos casos de profesionales con ataques de ansiedad y en una situación mental crítica ante la incertidumbre de las condiciones de sus nuevos lugares de trabajo en condiciones de médico único (ante cupos de población de 50.000 o 200.000 habitantes) y en qué condiciones lo harían (hubo centros reabiertos sin ni tan siquiera desfibrilador y cabe recordar que se atienden urgencias). Y todo con un abandono absoluto de la Consejería o lanzando instrucciones de madrugada, sin respetar el descanso: muchos terminaban su guardia a las ocho de la mañana y les comunicaban su incorporación a varios kilómetros de su centro habitual para las 17.00 horas”, han señalado en un comunicado.
Este sindicato ha registrado la convocatoria de una huelga indefinida para los 228 médicos afectados por los 80 Puntos de Atención Continuada 24 horas. La huelga indefinida comenzará el 7 de noviembre.
Peticiones de dimisión desde El Boalo
Ante esta situación, desde El Boalo, Cerceda y Mataelpino el equipo de Gobierno ha pedido la dimisión del consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. “Lo que ha pasado es gravísimo, esta noche no se ha caído el Whatsapp, esta noche se han caído las urgencias extra hospitalarias rurales, y el máximo responsable es el Consejero de Sanidad”, ha señalado el alcalde, Javier de los Nietos.
“Ninguno pensábamos que esta situación pudiera llegar a darse, pero la jornada de ayer no paró de darnos sorpresas. Primero con la reducción de las plantillas de los SAR al 50 por ciento, después con el desmantelamiento de los equipos profesionales de estos centros reubicándolos en nuevos destinos fuera de sus comarcas, y después con los cierres parciales nocturnos en la mayoría de los nuevos PAC por falta de personal médico, con más de 20 centros con incidencias de por falta de personal, la mayoría de ellos en las zonas rurales”, ha indicado el regidor, quien considera que “este modelo de urgencias es insostenible”.
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