En un comunicado hecho público este martes, Ecologistas en Acción y la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM) han denunciado “ la opacidad con la que Patrimonio Nacional gestiona este bosque mediterráneo que colinda con una gran ciudad como es Madrid”.
Pese a que la finca, que ocupa 15.821 hectáreas, “es uno de los pulmones de la capital y refugio de una de las mayores riquezas en biodiversidad en el municipio, Patrimonio Nacional no se preocupa tanto por la regeneración de las comunidades vegetales, como de administrarlo como si fuera una finca de caza mayor”, han asegurado. De hecho, recuerdan, el Monte del Pardo se creó en el siglo XV como residencia real temporal y coto privado de caza.
Desde la organización ecologista se ha exigido una gestión “pública y transparente” de este espacio natural, que se apliquen “criterios científicos de conservación rigurosos” y han instado a Patrimonio Nacioal a que “apueste por la biodiversidad, demostrando su compromiso en la lucha por detener la actual crisis ecológica”.
El Monte está catalogado como zona ZEPA en la Red Natura 2000 desde 2014 y aseguran que “tiene características similares a Parques Nacionales como los de Monfragüe y Cabañeros, pues en El Pardo se han catalogado 120 especies vegetales diferentes, así como varios ejemplares de árboles centenarios. Además, se han catalogado casi 200 especies vertebradas (125 aves, 35 mamíferos, 19 reptiles y 13 anfibios)”.
De hecho, recuerdan, “la integración de El Pardo en la Red de Parques Nacionales lleva disputándose desde los años setenta del pasado siglo, con el apoyo de prestigiosos científicos como Fernando González Bernáldez”. Sin embargo, la organización ecologista considera que “la masificación turística asociada a los Parques Nacionales combinada con la extrema cercanía del espacio natural al núcleo urbano de una ciudad tan poblada como Madrid puede poner en riesgo la integridad ecológica de uno de los ecosistemas más importantes de la región”.
Por eso su propuesta sería integrar este espacio en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares “bajo una figura de protección acorde a los objetivos de conservación de la biodiversidad”, y resaltan “la necesidad de mejorar el conocimiento científico de las comunidades biológicas de este espacio natural”. Se crearía así un corredor ecológico de biodiversidad de gran calidad que uniría la ciudad de Madrid con la Sierra de Guadarrama.
“La continuidad geográfica y ecológica del Monte de El Pardo con las zonas de Reserva Natural Integral de Valtravieso y Alto de la Marmota en el Parque Regional sugiere que se aplique este mismo régimen. Los términos de esta figura de protección deberían ser discutidos bajo criterios científicos y con los debidos mecanismos públicos de transparencia. Es importante recordar el carácter excepcional del Monte del Pardo, tanto por sus valores naturales como por la cercanía a la ciudad de Madrid, y del mismo modo ha de ser excepcional la figura de protección aplicada”, aseguran.
Asimismo, consideran necesario que se desarrolle un Plan de Gestión “que establezca la conservación del medio natural como principal objetivo, primando sobre cualquier uso, como el recreativo o el cinegético, y promoviendo la evolución natural del ecosistema”.
De hecho, aseguran, “han sido el aislamiento y la vigilancia de los que ha disfrutado el Monte de El Pardo los que han permitido su conservación” y defienden que “uso público del enclave, siempre restringido y limitado a visitas guiadas, puede ser compatible. Lamentablemente las 900 hectáreas que fueron abiertas al público hace años carecen de la suficiente atención y cuidado por parte de Patrimonio Nacional. La gestión se caracteriza por el abandono y el desinterés, olvidando el inmenso potencial de educación ambiental, inaceptables en un espacio natural tan importante y cercano a la ciudad de Madrid”.