Desde 2012 una placa en la fachada de la Biblioteca Municipal José de Vicente Muñoz recuerda a Félix López. En ella se puede leer: ‘El racismo, el odio o la intolerancia no pueden tener cabida en nuestras sociedades. Reafirmemos también nuestro compromiso con la prevención de los crímenes contra la Humanidad’.
Para el portavoz socialista en Torrelodones, Rodrigo Bernal, “es lamentable que casi 80 años después del final de la Segunda Guerra Mundial los mensajes de odio, intolerancia y xenofobia hayan vuelto a ganar el protagonismo que desgraciadamente han ganado en estos años”.
“Más de tres cuartos de siglo después de la liberación de Auschwitz queremos recuperar la memoria de nuestro convecino, al que su pueblo ya recuerda con una placa y que esperamos que sirva para que aquellos lamentables hechos nunca más vuelvan a producirse”, ha indicado Bernal.
Félix López nació el 4 de abril de 1912, hijo de Antonio López Gómez y de Natividad Miguel Bravo. Casado con Emilia Mingo González, en 1938 tuvo una hija, Emilia. Exiliado en Francia al final de la Guerra Civil, fue capturado por las tropas de la Alemania nazi, y deportado en enero de 1944 al campo de concentración de Buchenwald.
Félix no es el único vecino del Noroeste que estuvo en los campos de concentración: el Foro Social de la Sierra ha recopilado hasta el momento de los registros oficiales los nombres de otros 35 hombres que estuvieron en los campos de concentración y que, en muchos casos, fallecieron en ellos. Entre ellos se encuentran Valeriano Suárez, de Hoyo de Manzanares, o Pedro Baltanás, Primitivo García y Anastasio Maure, de Collado Villalba.