Aquella primera experiencia en la Clínica de Mile 91 fue la que le impulsó a continuar ayudando. “Ese año volví súper triste, descorazonada de ver lo que había allí. Me encontré en una clínica que no tenían ni el tamaño de vías adecuadas para ponérselas a niños pequeños, que llegaban graves, con malarias y muy deshidratados”, explica a MasVive. Impactada por la pobreza y la falta de recursos sanitarios, “se nos morían algunos niños y adultos, la gente se muere por una apendicitis, por una diabetes, por una cesárea que no se hace a tiempo”, decidió conseguir recursos para esta clínica y su gente.
Primero fue una ambulancia, luego la instalación de paneles solares para que cuando cayera la noche no tuvieran que mandar a los niños enfermos y sus madres a buscar un lugar donde pasar la noche, porque allí no tenían luz. Desde entonces han colocado más instalaciones solares en otros lugares.
Después, a través de la Fundación Canal de Isabel II, recibieron una ayuda de 80.000 euros para construir pozos. Así pudieron dotar a la clínica de un pozo, con depósitos y un sistema de filtración del agua, para que no se quedara sin agua durante la época seca ni tuvieran que comprar el agua potable en bolsas. Como sobraban fondos, acabó construyendo otros cuatro pozos más en otros pueblos cercanos.
Y luego, como ella misma dice, “me lié”. Porque hay muchas necesidades que han ido surgiendo en estos años y a las que no podía dar la espalda. Durante la crisis del Ébola quedaron muchos niños huérfanos, sin familias que les pagaran las becas para estudiar Secundaria. Eso suponen unos 30 euros al año, así que también recogen fondos para becar a entre 40 y 50 estudiantes al año. Este año han sido 70. Después, y gracias a una primera donación de máquinas de coser a través de la Asociación La IAIA de Collado Villalba y otras que se han ido recogiendo en distintos puntos de España, el año pasado se creó una escuela-taller de costura de formación profesional en Lunsar. “Me van surgiendo cosas que me van ofreciendo, y a todas les digo que si”, reconoce.
Eso sin olvidar su misión sanitaria. Anualmente suministran medicación y material sanitario a la Clínica Milla 91 con el envió de contenedores en los que también se manda ropa, juguetes, muebles y pupitres para las escuelas, comida…, se hacen viajes de cooperación anualmente con médicos de familia, cirujanos, ginecólogo, dentistas, anestesista, pediatra, enfermera y auxiliar de clínica, se realizan actividades de educación sanitaria a la población, se ha amueblado la maternidad de la Clínica con material donado por el Doce de Octubre, y realizan en ocasiones la repatriación a España de niños con enfermedades graves que necesitan cirugías que no se pueden llevar a cabo en Sierra Leona, con el apoyo de la Fundación Recover.
Todo esto supone una gran diferencia para la población de la zona de Milla 91. Pero también necesita de muchas ayuda para seguir en marcha. Si quieren colaborar con la Fundación, pueden visitar la web www.fundacionmilla91.org, conocer más sobre su trabajo y ayudarles.