Los perros deberán ser identificados por su cartilla o pasaporte. Con los bidones de plástico que se repartirán se busca que los dueños diluyan las micciones de sus mascotas, evitando así manchas y olores en la vía pública. “Se busca la colaboración de los propietarios a fin de generar una actitud responsable, positiva y cívica para mantener las calles, plazas, parques y fachadas limpias del pipí de estos animales”, explican desde el Ayuntamiento.
Las botellas son plegables para su fácil y cómodo traslado, llevan incorporada una anilla o mosquetón con la que engancharse a la correa del perro y tienen un sistema de doble tapón, uno de ellos de plástico enroscado para evitar que se salga el líquido. La recomendación habitual es llenarlas con una dilución de agua y vinagre, que limpiará los orines y eliminará su olor.