“Tenemos dos fines, el terapéutico y el solidario. Vamos a residencias, centros de día o centros de personas con enfermedad mental y les damos un ovillo y les decimos lo que tienen que tejer. Eso lo utilizan como actividad terapéutica, para fomentar la conexión cerebro-mano, la sociabilidad… ya no sólo es lo que tejen, sino que el proceso conlleva una serie de beneficios ”, explica a MasVive Concha Rey, la presidenta de La IAIA. Y lo que tejen siempre va a un fin solidario, campos de refugiados, gente que vive en la calle, que no puede encender la calefacción, refugios de animales, los damnificados por el terremoto de Marruecos… Si hubiera que pagar por las prendas que hacen, no tendrían precio.
Empezaron hace una década tejiendo mantas para personas en hogar. Entonces La IAIA era Tejido Social Sierra de Madrid y colaboraba con un proyecto en Palma de Mallorca. Pero empezaron a crecer y se independizaron. Recibieron una subvención ministerial para el proyecto ‘Tejiendo solidaridad’, con el que tejieron más de 500 mantas destinadas a los campos de refugiados de Grecia. “A partir de ahí empezaron a tejer con nosotros desde marineros a cofradías de pescadores o centros oceanográficos, porque el proyecto tenía mucha relación con la protección de los océanos… Firmamos un convenio con la Fundación SEUR y desde entonces ellos nos hacen de forma gratuita las recogidas”, relata Concha. A partir de ahí ya fueron expandiéndose a toda España, colaborando con todo tipo de instituciones y llegando a todo tipo de centros en los que se teje para La IAIA o van sus voluntarias con sus lanas y agujas para ayudar y acompañar a quien lo necesite.
El material les llega de diversas maneras. Tienen convenios con fábricas de lana y desarrollan la campaña ‘Dona tu ovillo’ en centros educativos y residencias. También recogen donaciones. En estos diez años han perdido casi la cuenta de todo lo que han tejido. Lo saben por las etiquetas que ponen en cada prenda que hacen y que la identifica como “una prenda tejida con amor, para que quien la recibe sepa que es una donación y no es de segunda mano”. Los primeros años compraban 1.000, 2.000 etiquetas. Este año encargaron 10.000 “y se nos están agotando”.
Tienen varios proyectos también fuera de nuestras fronteras. ‘Tejiendo Montañas’, en colaboración con Montañeros sin Fronteras, lleva mantas y ropa de abrigo a zonas de difícil acceso en el Atlas marroquí. También se hace un intercambio cultural con mujeres de la zona. En Sierra Leona, colaboran con la Fundación Milla 91, de la pediatra Olga Ramírez, tejiendo ropa para mujeres que acaban de dar a luz y canastas con la primera puesta para los recién nacidos. Y en Camboya tienen el proyecto ‘SOS Abejas’, con el que tejen cuentos laneros para sensibilizar sobre la protección de las abejas, pensados para que los niños alerten a los agricultores sobre el uso de pesticidas.
Ahora, en su nuevo local de Collado Villalba, están desarrollando encuentros intergeneracionales, en los que la idea es unir a tejedoras mayores y jóvenes, para que puedan aprender. Además, si se quiere colaborar con ellas, este espacio es un buen punto de contacto con La IAIA para ayudar con sus fines: tejiendo -da igual como, a dos agujas, con una, con cinco, con telar...-, donando lana, etcétera. Está abierto de martes a viernes de 10.00 a 14.00 horas y los martes, jueves y viernes para los encuentros de tejedoras de 16.30 a 18.30 horas. También se puede escribir a [email protected].
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