Así, en el Colegio Zola Las Rozas, los estudiantes de Infantil y Primaria pasaron el viernes todo el día en pijama con motivo el #DíadelPijama, que persigue concienciar y dar visibilidad a los programas de acogimiento familiar y al derecho de todos los niños y niñas a crecer en un hogar. “En España hay casi 17.000 niños, niñas y adolescentes que actualmente viven en centros de acogida en lugar de hacerlo con una familia, tal y como recoge la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF)”, recuerdan desde el centro.
Como parte de esta iniciativa, también visitó el centro Fernando Castillejo, de 20 años, que contó a los alumnos de Bachillerato su experiencia en un centro de acogida. En la actualidad, Fernando Castillejo estudia Traducción e Interpretación en la Universidad Autónoma de Madrid y cuenta con una beca a la excelencia académica. “En mi caso no tuve la oportunidad de estar con una familia de acogida. Ojalá la hubiera tenido, sobre todo para acompañarme en la parte emocional y afectiva”, explicó.
Fernando estuvo acompañado por Rocío Fernández y Javier Villabona, antiguos alumnos del Colegio Zola Las Rozas y voluntarios de la fundación Soñar Despierto, con quien los alumnos de bachillerato del Centro colaboran en un proyecto para dar visibilidad y ayudar a los menores que viven en estos centros. “Cuando comencé a realizar voluntariado, fui consciente de una realidad que no conocía. Me di cuenta de que no hay que irse lejos, que hay mucho por hacer cerca de nuestras casas y que todos podemos contribuir de una forma u otra”, explicó Rocío Fernández.
Este tipo de iniciativas se enmarcan en el programa Zola Responsable, que promueve entre la comunidad educativa del Colegio Zola Las Rozas “acciones vinculadas con la solidaridad, la ayuda al desarrollo y la sostenibilidad”.
Por su parte, en el Colegio Zola Villafranca, situado en Villanueva de la Cañada, se trabajó durante toda la semana pasada en las aulas el sentimiento de gratitud, reflexionando con los niños y niñas de la Escuela Infantil sobre diferentes realidades de la infancia en otras partes de nuestro mundo.
Además, los alumnos de Infantil elaboraron unas “tarjetas de gratitud” en la que cada uno eligió los motivos que tiene para estar agradecido. Además, de manera simbólica, los niños y niñas fueron a clase sin uniforme (algunos también en pijama, otros con disfraces y otros simplemente con ropa de calle).
Este tipo de iniciativas se enmarcan en el programa de Pensamiento Emocional, premiado por la patronal de enseñanza madrileña CECE, con el que los Colegios Zona desarrollab las habilidades sociales, el autoconocimiento, la asertividad, la empatía, la resiliencia, el liderazgo y el trabajo en equipo, entre otros.
“Desde los Colegios Zola entendemos que todos necesitamos desarrollar nuestra dimensión emocional como complemento indispensable de nuestra dimensión cognitiva, y si lo integramos desde la primera infancia en el centro escolar y el hogar, mucho mejor”, explican.
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