Se trata de un coro parroquial, por lo que se dedica a actuar, principalmente, en los actos de la Parroquia, como las misas, celebraciones de Semana Santa o Navidad, por ejemplo. También les llaman para muchas bodas. Esto tiene sus ventajas, explica su directora, Patricia Paz. “Hacer misas te permite hacer música constantemente. Además, muchos de los integrantes son creyentes y eso hace que se cree una magia muy especial”. Es el coro que más le gusta de todos los que dirige “porque tiene un sentido de servicio” y por la respuesta de quienes les oyen. “La gente que está en misa nos manda unos mensajes preciosos, y eso da gusto también”.
Patricia llegó a este Coro como directora hace siete años y explica que lo que les diferencia de otros coros parroquiales es, sobre todo, el repertorio. “Hacemos música buena, sobre todo de compositores como Tomás Luis de Victoria, de Giovanni Pierluigi da Palestrina, Cristóbal de Morales, Claudio Monteverdi… de los grandes de la música antigua, del Renacimiento y primer Barroco”.
Aquí se refleja el gusto de la propia directora, una apasionada defensora de la música antigua y de los compositores españoles. “La música española del Renacimiento es la mejor que existe en el mundo y es una pena que no se conozca”, explica, por eso intenta introducirla en sus actuaciones. “Hay tanta música escrita que está olvidada… y los coros siempre tienden a hacer lo mismo”.
Además, presume la directora, “realmente cantan muy bien, soy muy buen coro”. Tal vez por eso las misas en las que participan, habitualmente dos al mes, registran lleno absoluto. En ellas, con sus voces, van acompañando cada uno de los momentos de la liturgia: la entrada, el kyrie, el aleluya, el ofertorio, la comunión…
Patricia Paz tiene una gran experiencia en la música coral. Aunque su carrera es la de cantante. Ha recorrido todo el mundo cantando con agrupaciones como Neocantes, Capilla Rex o la Compañía Madrid Goyesco, ha sido solista con diferentes orquestas, ha cantado ópera, es profesora de técnica vocal… y además de dirigir el Coro de la Parroquia de San Ignacio, también dirige el Coro Padre Antonio Soler, ligado al Conservatorio de San Lorenzo de El Escorial, y el Coro La Caramba.
Asegura que no hay que ser un prodigio del canto para participar en un Coro como el de San Ignacio de Loyola. “Si tienes oído, es una gozada. Cantar en coro es una de las cosas más bonitas que existen, porque permite a cualquier persona crear música con otras personas y que suene bien, aunque tu no seas un gran cantante”. Reconoce que sólo una vez en su vida le ha tenido que decir a alguien que no podía continuar cantando “porque no había manera”. Pero en general, con tener un poco de oído y ganas, es suficiente.
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