www.masvive.com
‘De Hoyo al Cielo’: La observación astronómica no es sólo para el verano
Ampliar
(Foto: Lucas Pezeta en Pexels)

‘De Hoyo al Cielo’: La observación astronómica no es sólo para el verano

Por Mabel Cazorla
Add to Flipboard Magazine.

‘De Hoyo al Cielo’ lleva ya una década invitando cada verano a los vecinos de Hoyo de Manzanares a observar el cielo nocturno y conocer un poco acerca de los planetas, estrellas y otros objetos celestes. Este invierno, sin embargo, han cambiado las noches veraniegas por lo más crudo del invierno para una observación astronómica especial que tuvo lugar en torno al 21 de diciembre: la conjunción de Júpiter y Saturno, un fenómeno astronómico singular que se produce cuando parece que coinciden, desde la perspectiva de la Tierra, las órbitas de los dos planetas.

Detrás de estas actividades de observación astronómica están Manuel Marín y Nelo Maestre. Se conocieron haciendo Ciencias Exactas en la Universidad Complutense. Manuel Marín ha trabajado desde que finalizó la carrera en actividades didácticas relacionadas con la astronomía y hace ya diez años emprendió esta aventura con salidas para observar el cielo desde las afueras de Hoyo de Manzanares. “Allí explicamos las constelaciones, curiosidades que haya ese mes y otro montón de cosas… en los últimos años siempre viene Nelo conmigo, dando un apoyo con los telescopios, porque al principio no teníamos telescopio ni nada”, explica Manuel, que explica que la actividad ha ido creciendo y ha incorporado, además, los cuentacuentos de Ana García Castellano.

La de Júpiter y Saturno era una ocasión realmente especial, que bien merecía una edición extraordinaria de estos encuentros astronómicos. La conjunción sucede, coincidiendo con el solsticio de invierno, cada 20 años, pero este año era mucho más especial, porque no se habían podido contemplar ambos planetas tan cerca el uno del otro, hasta casi confundirse, desde la Edad Media. Hasta 2080 no volverá a suceder. Así que bien merecía convocar ‘De Hoyo al Cielo’ a pesar del frío y con todas las medidas de seguridad, además, para evitar contagios.

El cielo del verano

“En verano hacemos entre seis y nueve salidas”, explica Marín, quien no descarta volver a probar en otras épocas del año. “En verano es estupendo porque el cielo en Madrid casi siempre da una tregua y se puede observar bien. En invierno no te puedes fiar tanto”. Pero siempre hay algo interesante que ver si se mira hacia arriba, “eventos astronómicos se producen todo el año”.

El gran enemigo es la contaminación lumínica, de la que no se puede escapar ni en Hoyo de Manzanares. “Te deja sólo llegar hasta una magnitud de estrellas. Júpiter, que es algo muy brillante, o estrellas como Arturo o Sirio, las vas a poder ver casi en cualquier momento o dirección. Pero si nos vamos a estrellas de segunda o tercera magnitud, si estás en una zona muy contaminada y miras, prácticamente las pierdes o son muy difusas. Mirando por un telescopio puedes ver hasta estrellas de magnitud 4… pero si intentas ver otras más débiles, la cosa se va complicando. No hay más remedio que irse a los sitios más despejados, y en el caso de Hoyo de Manzanares, en particular, hay que intentar siempre evitar el cielo Sur, porque es la zona en la que está Madrid, y en esa zona da una sensación de cielo anaranjado, brumoso, en el que no puedes distinguir prácticamente nada”.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (1)    No(0)
Compartir en Google Bookmarks Compartir en Meneame enviar a reddit compartir en Tuenti Compartir en Yahoo

+
0 comentarios

© MasVive · [email protected] · Tf. 649 899 955