Precisamente este año finaliza el actual Proyecto de Ordenación del Monte La Jurisdicción (Plan Especial 2015-2024) que, aseguran, no ha cumplido “la mayor parte de sus objetivos”. Entorno Escorial ha pedido la continuación del plan actual, pero sugiere la necesidad de establecer una serie de prioridades para que los próximos diez años de gestión de este espacio “no se pierdan de la misma manera”.
Por ello, han elaborado un análisis de la situación del monte y una lista de medidas para llevar a cabo, que ha sido remitido a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial y han solicitado esa reunión, en la que se deberían abordar los retos en la conservación de este espacio.
Entorno Escorial surgió, precisamente, tras el incendio de 1999, “por la inquietud de que se pudiera volver a reproducir el desastre y también por la restauración del espacio incendiado”, recuerdan en el escrito que han enviado a la Dirección General de Biodiversidad y Gestión Forestal.
Esta entidad ha desarrollado desde entonces diversos proyectos de regeneración natural del monte con plantaciones y semillado de planta autóctona local en invierno y riegos en verano, así como actividades de sensibilización de la población. “Nuestro objetivo es conservar y regenerar este privilegiado espacio natural, pulmón y fondo del paisaje escurialense y parte de su historia”, aseguran, y de ahí que muestren su preocupación “por la situación actual del monte”. .
“Entre los retos de los próximos diez años están el envejecimiento del pinar, la falta de regeneración natural y las plagas de escolítidos, el aumento de la presión humana desde la pandemia, el aumento del riesgo de incendio por la presión humana, por las motos en el monte y por el cambio climático y la inseguridad ciudadana que conlleva tener un coto de caza en una zona llena de senderistas y ciclistas”, recuerdan.
“Nuestro Monte Abantos es un espacio cubierto por muchas figuras de protección (Territorio Histórico/Parque Nacional/Paisaje Pintoresco/LIC del río de Guadarrama). Sin embargo, por la falta de gestión forestal, el deterioro de su masa forestal, las presiones humanas, y el colapso climático, peligra su futuro y de nuevo se abre la terrible posibilidad de otro incendio como el de 1999”, recuerdan.