Esos fondos están destinados a a supervisar el crecimiento de los cerca de 125.000 árboles y arbustos de especies autóctonas plantadas, así como conservar los equipos e infraestructuras ya instalados para el cuidado de la fauna, la conectividad ecológica, la limpieza de vertidos o la conservación de viales y mobiliario urbano.
Según han indicado fuentes del Gobierno regional, durante el próximo trienio se realizará una inversión de 1.845.835 euros en 2024 y 2025, y de 451.316,80 euros en 2026. El encargo ha correspondido a la Empresa de Transformación Agraria para su desarrollo en 27 meses, finalizando el 28 de febrero de 2026.
Desde 2019
Arco Verde comenzó en 2019 y está creando una gran zona de esparcimiento para los ciudadanos en un entorno natural, conectando 25 municipios madrileños con el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama y con los tres grandes parques regionales: Cuenca Alta del Manzanares, Curso Medio del Río Guadarrama y Sureste.
Explican desde el Ejecutivo regional que la iniciativa “está aumentando la biodiversidad con nuevos espacios para la fauna y la flora, a lo largo de un recorrido circular de 200 kilómetros. En ellos se han creado nuevos hábitats, como 20 reservas de polinizadores y lepidópteros, cuatro láminas de agua para anfibios y reptiles, así como 85 construcciones para aves y refugios para murciélagos”.
Con esta nueva inversión se podrá controlar la aparición de especies exóticas invasoras, como galápagos alóctonos, cotorras, ocas y gansos del Nilo. En el caso de la flora, se vigilará la presencia de ailanto, una planta perjudicial que genera sustancias tóxicas para el resto y altera el ciclo del nitrógeno, repercutiendo en la vegetación cercana. Por otro lado, se podrá evitar el exceso de animales autóctonos como el jabalí o el conejo.