El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, ha entregado en la sede de su Consejería los convenios de colaboración que definen las líneas de trabajo conjunto para lograr la conectividad e integración de las infraestructuras verdes de los campus de la UNED en Las Rozas de Madrid, la UCM en Somosaguas y la UPM en Montegancedo, con espacios naturales protegidos de la región y zonas verdes urbanas.
Por su parte, los ayuntamientos facilitarán el paso del recorrido por caminos y pondrán a disposición del Ejecutivo autonómico terrenos municipales, para su forestación o regeneración. Así, se podrán realizar plantaciones de alineación e instalaciones como talanqueras, fuentes, áreas de descanso, puntos de agua o circuitos biosaludables. También se instalarán nuevas señales y mojones, con desbroces y podas para regenerar la vegetación, y se plantarán 290 árboles, arbustos y plantas aromáticas. Por otro lado, se mejorarán los caminos y la señalización y, para impulsar la fauna autóctona, se instalarán cajas nido para aves.
Además, los centros educativos van a desarrollar actividades específicas de investigación y transferencia de los resultados que se hallen. Se fomentará asimismo la conectividad ecológica para contribuir al mantenimiento de la biodiversidad, así como el uso y disfrute social de la comunidad educativa y del resto de los ciudadanos. De este modo, se unirán ocio, deporte y naturaleza.
Desde 2019
Arco Verde, que comenzó a desarrollarse en 2019, ha alcanzado ya un 74 por ciento de ejecución, con 222 kilómetros ya acondicionados y 185.500 árboles y arbustos plantados. A través de caminos, vías pecuarias y zonas naturales, este recorrido circular va a conectar el área metropolitana de la capital con otros 25 municipios de la región, el anillo ciclista y los tres parques regionales de la Cuenca Alta del Manzanares, Curso Medio del Río Guadarrama y Sureste.
Asimismo, numerosas actuaciones acometidas hasta ahora se han hecho para preservar la biodiversidad, como la instalación de cajas nido para aves, láminas de agua para reptiles y anfibios, reservas de lepidópteros y hoteles de insectos. De este modo, se han creado 25 nuevas áreas de flora y fauna vinculadas a hábitats mediterráneos y a los humedales y cauces fluviales que recorren la región.