La fumigación contra las orugas en los meses de otoño es una acción necesaria y preventiva de cara a primavera, que es cuando se produce la rotura de los denominados bolsones formados en invierno y ya es demasiado tarde para realizar los tratamientos. Con la fumigación en esta época se impide el crecimiento de las larvas y así se evita que afecten posteriormente al arbolado y también a las personas.
Desde la Concejalía de Medio Ambiente se pide la colaboración de todos aquellos propietarios de fincas con pinos o cedros, que recibirán una ayuda municipal de 2,42 euros por árbol, de forma que el precio final para los vecinos será de 9 euros por cada árbol fumigado.
Los vecinos también pueden optar por la endoterapia arbórea, con la aplicación de tratamientos fitosanitarios mediante inyección directa al sistema vascular de los ejemplares. Las solicitudes se pueden realizar hasta el 24 de noviembre en este enlace.
El concejal de Medio Ambiente, Adan Martínez, ha querido destacar “la importancia de aplicar en las fechas adecuadas esta medida preventiva, ya que el arbolado que no ha sido tratado puede facilitar la propagación de la plaga de este insecto. Se recomienda, en el caso de ver las orugas, no acercarse a ellas y especialmente impedir que los niños o animales lo hagan, además de pedir ayuda especializada”.