El concejal de Urbanizaciones, Urbanismo y Movilidad, Jorge Mirat, ha recordado la obligación de contar con el permiso municipal para ofertar el alquiler de este tipo viviendas que, además, se deben dedicar exclusivamente a uso residencial y temporal “y que en ningún caso se podrán celebrar despedidas de soltero, bodas, fiestas o similares, actividades que quedan reguladas en la Ley de Espectáculos y Actividades Recreativas”.
Dentro de poco, el Ayuntamiento de Valdemorillo tiene previsto que se aprueben, en la Junta de Gobierno local, las dos primeras licencias oficiales para establecimientos de este tipo, pero una rápida búsqueda en portales especializados arroja un resultado de cerca de una veintena de alojamientos turísticos ofertados en la zona de Valdemorillo. De ahí que el Ayuntamiento haya hecho un llamamiento a los propietarios para que regularicen su situación.
“La tramitación de estas licencias resulta indispensable para que las viviendas de uso turístico que están proliferando en Valdemorillo puedan mantener esta actividad al contar con autorización”, ha recalcado Mirat. “Es una actividad económica legítima y legal, pero está regulada y tiene que cumplir con toda la normativa", advierte.
Las características de las viviendas de uso turístico están recogidas en el Decreto 79/2014, de 10 de julio, del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid, que regula que estos establecimientos tienen que cumplir una serie de requisitos, como disponer de calefacción y suministro de agua fría y caliente, ventilación directa al exterior o a patio no cubierto y extintor manual colocado a no más de 15 metros de la puerta de salida que, a su vez, ha de contar con la oportuna señalización básica de emergencia, así como de un plano de evacuación del edificio en lugar visible. Eso sin olvidar las normativas locales, como la Ordenanza de Convivencia Ciudadana de Valdemorillo.
“Se trata de insistir en la necesidad de cumplir la ordenanza de Convivencia Ciudadana y demás legislación, ya que en caso de incumplimiento se les podría retirar la licencia, comunicando dicha situación a la Comunidad de Madrid. Siendo importante resaltar que en caso de que se ejerza la actividad sin autorización la multa mínima podría ser de 30.000 euros e ir hasta los 300.000”, por lo que Mirat ha exhortado a los proietarios “para que procedan cuanto antes a regularizar sus viviendas”. Para conseguir la licencia hay que presentar una instancia en el Ayuntamiento solicitando la licencia y aportar la documentación que indiquen los servicios técnicos municipales.
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