En este acto reivindicativo, que comenzará a las 11.00 horas en la plaza del Ayuntamiento de Valdemorillo, se unen la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), la Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción, el Grupo de Acción para el Medio Ambiente (GRAMA), Jarama Vivo y la Plataforma por los ríos de Madrid y el río Tajo.
Estos colectivos consideran que la presa Cerro Alarcón que embalsa agua del río Perales, un afluente del río Alberche, supone “un riesgo para la seguridad de las personas y para el ecosistema fluvial”.
Localizada geográficamente en el término municipal de Navagalamella, en el límite oeste de la urbanización Cerro Alarcón de Valdemorillo, esta presa se encuentra dentro del espacio protegido Red Natura 2000 denominado Zona de Especial Conservación de las Cuencas de los ríos Alberche y Cofio y Zona de Especial Protección para las Aves Encinares de los ríos Alberche y Cofio. Según el Plan de Gestión de este espacio, la presa y el río Perales se sitúan en Zona B: Protección y Mantenimiento de Usos Tradicionales.
Construida en 1970 por la entidad Urbanizadora Cerro Alarcón S.L para desarrollar actividades náuticas, la obra no contó con la previa autorización del entonces Ministerio de Obras Públicas por lo que “nunca tuvo la necesaria supervisión de la administración”. En 1996 la Dirección General de Obras Hidráulicas del Ministerio detectó numerosas anomalías en la presa que requerían ser reparadas, aunque “no consta que tales actuaciones se llevaran a cabo”.
Sus últimos responsables, la empresa Enypesa S.A, declararon concurso de acreedores en 2012 y desde entonces, “se desconoce quién es el titular y responsable del mantenimiento de la infraestructura aunque el Club de Esquí Naútico existente en el embalse afirma ser el responsable de su mantenimiento”.
Además de la situación de la presa, denuncian los colectivos ecologistas que esta infraestructura “corta el flujo del río Perales que queda seco, suponiendo un grave deterioro para el ecosistema fluvial y una barrera para la vida piscícola”. Una de las especies de peces más afectada es el calandino, una especie en peligro de extinción. “La presencia de esta infraestructura impide la dinámica natural del ecosistema fluvial, afectando tanto a la fauna como a la flora, así como el flujo de los caudales ecológicos aguas abajo”, señalan.
Si (
No(
