El Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) es un reglamento que deben tener todos los parques nacionales y que regula las actividades y usos, para que sean compatibles con su conservación. Estas entidades ecologistas consideran que el documento aprobado oara el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama “supone un retroceso en los niveles de protección de este espacio con respecto a los preexistentes como, el Parque Natural de la Cumbre, el Circo y las Lagunas de Peñalara y en el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares”.
Denuncian que el PRUG aprobado por la Comunidad de Madrid “permite actividades incompatibles en los parques nacionales y que no estaban autorizadas anteriormente, como son los usos hosteleros, nuevas edificaciones con usos ajenos a la conservación, competiciones deportivas, maniobras militares, etcétera”, y que se está favoreciendo “la masificación de los enclaves más sensibles de la Sierra”.
Por ello, Ecologistas en Acción, en colaboración con ARBA, la Asociación Ecologista del Jarama ‘El Soto’ y GRAMA, ha interpuesto un recurso contencioso administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, pidiendo la nulidad del PRUG. El procedimiento se ha retrasado como consecuencia de la paralización de los tribunales tras la declaración del estado de alarma sanitaria en marzo de 2020.
Una vez normalizada la situación y para hacer frente a los costes del proceso legal, ponen en marcha, hasta marzo de 2022, una campaña de financiación colectiva, bautizada ‘Protección vs especulación en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama’.
“El objetivo es recaudar un mínimo de 5.445 euros pero también sensibilizar a la población sobre los graves problemas de gestión de este espacio protegido”, explican desde Ecologistas en Acción. “El dinero recaudado se destinará al pago del equipo jurídico que se encarga del procedimiento legal y de los informes que fueran necesarios elaborar”. Consideran que con la campaña participación ciudadana conseguirán el dinero suficiente “para anular el PRUG y poner freno a la deriva especulativa en la que ha entrado la gestión del Parque Nacional”.