Pero declararlos no lo es todo. También es necesario trabajar para que se cumplan y defender a la infancia más vulnerable, la que más problemas tiene a la hora de ver garantizados sus derechos. Ese es el trabajo que desarrolla la ONG Aldeas Infantiles, que desde 2005 trabaja en Collado Villalba con menores de entre 6 y 18 años.
En la actualidad gestionan dos Centros de Día en Collado Villalba, más otro en San Lorenzo de El Escorial, en los que se atiende a un total de 175 menores en situación de vulnerabilidad y sus familias, a través de una serie de programas que tienen un carácter eminentemente preventivo, explica a MasVive María José Taltavull, coordinadora del Centro de Día Río Guadarrama. Reciben casos derivados desde Servicios Sociales o desde los centros educativos en los que se ha detectado “algún tipo de dificultad o de riesgo de exclusión, bien porque sea un caso de violencia de género, factores de riesgo por cuestiones psicológicas, precariedad económica, familias monomarentales con cargas…”.
Las problemáticas son variadas, y se han agudizado en el último año y medio. “Estamos viendo muchos casos relacionados con ansiedad y depresión en menores, que vienen arrastrados del confinamiento. Por suerte contamos con un programa de familia con psicólogos a los que podemos derivar a los menores o a sus familias”, indica Taltavull. También se han agudizado “problemáticas de carácter socioeconómico, conflictos familiares, precariedad laboral” que acaban afectando especialmente a los más pequeños, por lo que han tenido que reforzar “la atención de las necesidades más básicas”, desde vales de alimentos a dispositivos electrónicos para que los menores pudieran seguir las clases a distancia.
En los Centros de Día trabajan en la intervención socioeducativa: por las tardes dan apoyo escolar a los menores, talleres de inteligencia emocional, habilidades sociales o expresión artística y hasta les dan de merendar. “Es la forma que tenemos de asegurarnos de que tienen una comida saludable al día”, explica.
Estos Centros de Día también acogen a menores que por distintas razones disciplinarias han sido expulsados de los centros educativos. “Para que no se queden en casa, les acogemos por las mañanas y trabajamos con ellos, hacemos deberes y mediamos con los centros”.
También se trabaja con los padres: se les ofrecen pautas educativas o alfabetización digital. Desarrollan asimismo acciones de mediación, resolución de conflictos y prevención del acoso escolar, y tienen un programa de educación de calle para menores absentistas. Con ellos se hace un seguimiento individualizado y se desarrollan programas de ocio alternativo.
Como complemento, además, desarrollan un programa de ‘SocialBasket’ con alumnos del CEIP Cañada Real y otro, en colaboración con Ecoembes, llamado ‘Música del Reciclaje’, en el que aprenden a tocar música con instrumentos elaborados con objetos reciclados.
En todos estos casos, el objetivo del trabajo de los profesionales de Aldeas Infantiles es garantizar que se cumplen los derechos de los menores y que están “en un entorno seguro, protegidos”. Y supone una diferencia. “Ellos nos dicen que esto es como su segundo hogar, nos sienten como una familia”.
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