Este atleta torresano que ha corrido maratones recibió en 1994 una mención de honor municipal a su trayectoria deportiva. Su actitud es pura vitalidad y optimismo, y en sus grandes capacidades para correr, que descubrió tardíamente, hay todo un disfrute deportivo. En Mas Vive hemos querido celebrar el treinta aniversario de la Pedestre con un estupendo ejemplo para el deporte local.
Corredor por libre
Arturo recuerda el descubrimiento de su gran aficción cuando dejó su profesión de camarero. Desde pequeño había ayudado a sus padres en el bar que tenían -uno de los más antiguos de Torrelodones, el bar Arturo- luego se fue a Suiza varios años y de vuelta continuó en la hostelería.
Dice que “nunca tuve tiempo libre porque todos los fines de semana y fiestas trabajaba” y cuando cambió de ámbito laboral a la construcción se le abrieron todas las posibilidades. Un día se puso unas ‘chirukas’ y con 40 años se fue corriendo sin parar hasta el túnel de las vías en Galapagar y sintió que no le costó “nada”.
Estuvo corriendo mucho tiempo solo y se presentaba a todas las carreras de Torrelodones y alrededores. Con un grupo de 6 o 7 comenzaron a hacerse rutas de 20 kilómetros con asiduidad. Arturo descolocaba a sus compañeros. “Me llamaban de broma anarquista porque corría a lo loco, sin normas ni entrenamientos”. Cuando al final de sus rutas sentía que sus fuerzas se redoblaban se animó a presentarse a la maratón de 40 kilómetros “y conseguí hacerla en 2 horas 55 minutos”. Las mejores marcas nacionales hoy son de 2 horas y 7 minutos.
Tiene casi 40 trofeos y casi las mismas medallas. Arturo dice que “lo he disfrutado mucho y no he tenido nunca lesiones, pero mi rodilla ya me ha avisado”. Ahora hace unos 10 kilómetros, tres o cuatro días a la semana “andando rápido principalmente” y dos horas de pesas, abdominales y bicicleta estática. Dos días descansa.
“Yo no me como el tarro por nada, para mí no es una obligación y me encuentro bien. Ahora, cuando paso varios días sin correr, el cuerpo me lo pide”. Arturo cuenta que siempre va a ver la Maratón de Madrid y también las carreras de Torrelodones. “Algunas veces me dan ganas de salir corriendo detrás de ellos, pero me quedo animándoles, porque eso sienta muy bien cuando estás en alguna cuesta”.
Arturo no para de sonreir, está de muy buen humor y tiene siempre algo más que contar. Y es que es verdad, el optimismo da salud.
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