En un comunicado hecho público este lunes, la alcaldesa en funciones, Tamara Ontoria, ha recordado que para las fiestas “se había procedido a pedir voluntarios para cubrir la seguridad, tal y como se viene haciendo año tras año, a cambio por supuesto del pago de una productividad. Los policías decidieron no prestar servicio, pero entendieron que la seguridad del municipio en las fiestas era una prioridad, realizando por tanto un convenio con la Policía Municipal de Galapagar para cubrir los eventos”.
Según ha explicado, el pasado 1 de junio, una hora después de la presentación del Programa de Fiestas a los medios de comunicación, “recibí una llamada informándome que el convenio firmado con Galapagar había sido, me permito a usar el término, boicoteado, y que por tanto los policías de Galapagar no podrán prestar este servicio”.
Aunque en un primer momento se valoró incluso “la suspensión de las fiestas” por una cuestión de seguridad, finalmente se ha decidido suspender sólo “las actividades, que con asesoramiento, consideramos pueden ser más conflictivas”, que son las actividades en horario nocturno del 9 de junio (bachata y discoteca de los 80 y 90) y del 10 de junio, una discoteca móvil tras la actuación de la Orquesta Panorama. El resto de actividades se mantienen “porque sí podemos asegurar la seguridad”, ha indicado Ontoria.
La alcaldesa en funciones ha lamentado la situación que se han encontrado, en estos 20 meses de mandato tras la moción de censura, respecto al personal del Ayuntamiento y específicamente de la Policía Local, “una situación tan difícil en muchos casos que ha sido imposible solucionar, con unas plantillas de personal descontentas en muchas de las áreas y sin gran motivación por años de mermas en derechos y situaciones laborales”.