Pascual, que ya realizó hace poco en este mismo espacio una exposición con algunos de los libros antiguos de su colección, regresa ahora para contarnos la historia de Collado Villalba a través de diferentes documentos gráficos que nos llevan en imágenes hasta el último tercio del siglo XIX -la fotografía más antigua data alrededor de 1873- y va recorriendo a través del tiempo espacios de sobra conocidos por los vecinos, pero que han cambiado sustancialmente en estos años.
Así, el visitante se va a encontrar con la plaza de Los Belgas cuando no era más que campo con los primeros almacenes de la maderera que le dio su nombre, con la antigua estación de tren cuando estaba en pie, con la Casa de la Cultura cuando era la Fonda de la Constancia, con la gente bañándose en el Guadarrama y en la piscina Delfe, con el hoy desaparecido monumento al Sagrado Corazón de Jesús, con una vista aérea de Collado Villalba en los años 50, con el paraje de Las Suertes hace la friolera de 150 años, con la calle Real cuando sólo eran casas bajas o con la antigua Plaza de la Estación. y así muchos lugares más que, en muchos casos, ya sólo permanecen en la memoria.
Algunas de las fotos les sonarán porque Julián Redondo, artista que da nombre a la sala de exposiciones de la Casa de Cultura de Collado Villalba en la que se puede ver 'Paseando por el tiempo' hasta el 18 de mayo, las convirtió en grabados.
Todas las imágenes son originales y, en muchos casos, Pascual también conserva los negativos e incluso, en algún caso, los negativos en placa de vidrio. Su recopilación es fruto de años de paciente coleccionismo, y de haberse hecho ya un nombre entre los establecimientos especializados en documentos antiguos.
"Me muevo por todos los sitios, hay tiendas que se dedican exclusivamente a comprar postales y fotografías, y claro, como me conocen, si hay algo de Collado Villalba, me lo guardan", relata a MasVive Pascual Cobeño, que explica que sus visitas al Rastro de Madrid son semanales y obligadas. "Los domingos me levanto a las cinco de la mañana y a las siete y media estoy allí. Tú pregunta a cualquiera por Pascual, de Villalba, y verás".
La exposición se complementa con numerosos documentos históricos de lo más singular, entre ellos una carta manuscrita de Mariano Benlliure firmada en Collado Villalba en 1908, relativa a la construcción de un monumento encargado al escultor dedicado a Emilio Castelar, que se hizo por suscripción popular.
También va a poder encontrar el visitante billetes de tren antiguos, tickets de entrada para la piscina Delfe, entradas de discotecas como El Quinto Infierno, Boticcelli, Bariloche o Joker, carteles de ferias taurinas como la de 1986, en la que toreó Antoñete o programas de fiestas de los años 60. También podrá leer un artículo de la revista Nuevo Mundo que en 1903 hablaba del veraneo en Collado Villalba o consultar las listas de precios y la publicidad de Gallinópolis, la granja avícola más grande de la época, que estaba ubicada en Las Suertes.