La Luminaria es una tradición que se remonta en Moralzarzal a principios del siglo XVII y que está relacionada con la protección contra las epidemias de la peste, como cuentan dos grandes conocedores de la historia local, Antonio López Hurtado, Zárate, y Miguel Ángel Soto.
Relatan que la gente, atemorizada, relacionada la peste con San Sebastián, a quien invocaban como protección. “Para evitar la pestilencia de la muerte se encendían hogueras para purificar el aire, provocando grandes humaredas y hogueras de romero, cantueso, tomillo y enebro. Estas hogueras, las luminarias, ardían también durante toda la noche”.
Estas hogueras comenzaron a practicarse en Moralzarzal a principios del siglo XVII, como cuentan ambos historiadores, “cuando una serie de malas cosechas coincidieron con una epidemia de peste que fulminó a un 10 por ciento, de la población española. La antigua ermita de San Sebastián de Moralzarzal, hoy desaparecida, existía ya en 1631”.
“En 1764, la villa de Moralzarzal hizo voto al Glorioso San Sebastián, como abogado de la peste y durante el siglo XVIII, la Cofradía de los Caballeros de San Sebastián estaba formada por los mozos y recién casados del pueblo. Estos eran los encargados de recoger los romeros, tomillos y enebros para La Luminaria. Ya comenzado el siglo XX, las actas municipales recogen los nombres de los jornaleros que tenían que ir a cortar leña al monte, así como los carreteros que tenían que transportarla hasta la plaza del pueblo”, siguen relatando.
Una vez que finalizaron las epidemias de peste, la tradición de las luminarias fue adaptando “nuevas costumbres y significados. “Durante el siglo XX fueron los mozos llamados a filas, los quintos, quienes acabaron haciendo suya la fiesta. Además de saltar por encima del fuego, se colocaban cencerros alrededor de la cintura y corrían por las calles del pueblo. Esta fiesta es también conocida como “la noche de los viudos”, debido a que algunos aprovechaban el calor de la hoguera para arrimarse y buscar una nueva pareja.
Ahora ya no hay Servicio Militar, y son algunas veinas de Moralzarzal las que han recogido el testigo de esta fiesta “y de manera voluntaria se encargan de preparar el chocolate y los churros y bizcochos que se reparten entre los asistentes durante la actual celebración de La Luminaria”.
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