El proyecto de construcción de un nuevo Centro de Protección Animal estaba originariamente incluido en los presupuestos municipales de 2017, pero tras dos años, se decidió dar de alta la actuación en el Plan de Inversiones Regional, el PIR. El primer concurso para su construcción se convocó en 2018, pero el contrato se quedó desierto al renunciar al mismo las dos únicas empresas que
habían concurrido. En octubre de 2021 una segunda licitación quedó desierta porque los precios se encontraban muy por debajo de los precios de mercado.
“Tal y como llevamos denunciando desde hace cinco años, la obra del Centro de Protección Animal es absolutamente necesaria ya que, además de ser una competencia obligatoria, las actuales instalaciones no cumplen los requisitos marcados por la Comunidad de Madrid”, ha asegurado el protavoz del PSOE Rodrigo Bernal, quien preguntó por esta cuestión en el último Pleno municipal.
La solución ahora, explicó durante el mismo Pleno el concejal de Medio Ambiente, Luis Berutich, es plantear una obra más barata. “El plan es hacer un Centro de Protección Animal que se adecúe a las necesidades reales del municipio y con materiales de construcción a los que las fluctuaciones de los precios actuales no afecten tanto. Estamos valorando la creación de un centro más pequeño y con precios de materiales más estables para poder bajar el importe del presupuesto de ejecución material y poder ejecutarlo con la dotación económica del PIR asignado”, explicó el edil.
El Centro de Protección Animal se encuentra en la calle Joaquín Ruíz Jiménez. Desde esta instalación municipal se gestiona la recogida de animales abandonados, su cuidado y alojamiento, así como la búsqueda de los propietarios o, en caso de que no aparezcan, su adopción.