Utilizando la luz y los colores azul y amarillo de la bandera ucraniana, ha creado una serie de imágenes con las que ha querido expresar, de una forma artística, los sentimientos que le producen esas otras imágenes, las que nos llegan de Ucrania y sus ciudades arrasadas por las bombas y los miles y miles de personas desplazadas de sus hogares.
“Con mis últimas fotografías digo: no a la guerra, sí a la vida, sí a todos los momentos especiales que nos quedan por vivir y, en mi caso, por fotografiar”, explica el fotógrafo en el texto que acompaña a las fotografías.
“¡Guerra!, ¡vaya palabra más contundente e infame para todos nosotros y nuestro futuro! ¡Qué será de nosotros si el mundo no cambia! Desconozco la solución a toda esta situación, lo único que sé es que me siento muy mal por todas esas personas cuyo llanto siento cercano a mí, aunque estén muy lejos, por el llanto de esos niños, por la preocupación de esos padres, etcétera…”, relata, al tiempo que reconoce que la mera idea de que estemos ante una tercera guerra mundial “me deja sin palabras”.
Ricardo se acuerda en sus palabras de una cita de Albert Einstein, “El mundo no está amenazado por las malas personas, sino por aquellos que permiten la maldad” y quiere lanzar un mensaje con su trabajo. “Deseo de todo corazón que todos nos concienciemos. Es labor de todos darle a este mundo una oportunidad más, ya que en el fondo la vida es maravillosa. Mucha luz para todos”.