Porque esta medida no supone, ni mucho menos, el ‘fin’ de las mascarillas. Simplemente se deja de exigir su uso cuando se esté al aire libre siempre que se puedan mantener los 1,5 metros de distancia personal. También se podrá prescindir de ella en los asientos de los eventos al aire libre siempre que se respete también esa distancia. Tampoco será obligatoria en reuniones de convivientes sin necesidad de distancia.
Mientras tanto, la mascarilla continúa siendo obligatoria en espacios cerrados de uso público, como centros de salud o colegios. También lo será en espacios cerrados abiertos al público como mercados, comercios, farmacias y en transportes públicos y privados complementarios de personas no convivientes de hasta nueve plazas. También lo será en eventos multitudinarios al aire libre de pie.
La nueva norma introduce otra novedad relativa a las residencias de personas mayores: los residentes no tendrán que emplearlas cuando más del 80 por ciento tengan la pauta de vacunación completa, pero sí que seguirán teniendo que utilizarlas los trabajadores y las visitas.
Tampoco se exigirá en las dependencias destinadas a residencia colectiva de trabajadores esenciales, siempre y cuando dichos colectivos y los trabajadores que ejerzan allí sus funciones tengan tasas de vacunación superiores al 80 por ciento con la pauta completada. Esta excepción tampoco se aplicará ni a los visitantes externos ni a los trabajadores de estos centros.
Desde el Ministerio recomiendan además llevar siempre una mascarilla a mano, “aunque no esté puesta” para cuando no pueda mantenerse la distancia de seguridad. Los incumplimientos de la normativa siguen sujetos a sanción.
La Comunidad de Madrid pide “prudencia”
Ante el fin de la obligatoriedad del uso de mascarillas al aire libre, desde la Comunidad de Madrid se ha pedido a los ciudadanos “prudencia”. Lo ha hecho el viceconsejero de Salud Pública y Plan COVID19, Antonio Zapatero, en la habitual rueda de prensa de los viernes para actualizar la información sobre la situación epidemiológica de la región.
“La mascarilla sigue, pero se ha flexibilizado su uso. Insistimos en la ventilación, la distancia y la higiene de manos. El camino ha sido muy duro y sigue habiendo cientos de personas ingresadas en la región”, ha señalado el viceconsejero, quien ha advertido de que aunque la transmisión en exteriores es menor pueden producirse situaciones preocupantes si no se respetan las medidas. “Hay que ser muy cautos, hay que mandar un mensaje de cautela y responsabilidad”, ha añadido el viceconsejero.
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