Los orígenes de Confía están en el movimiento de ciudadanos que, al inicio de la pandemia, se pusieron a fabricar batas para sanitarios con bolsas de basura y precintos. “Hicimos grupos por toda España y llegamos a entregar 150.000 batas”, explica María Riesco, una de las fundadoras. “También entregábamos material sanitario a parroquias, residencias de ancianos, de personas discapacitadas… y esos sitios nos empezaron a pedir comida”.
Empezaron recogiendo alimentos no perecederos, pero con eso no se cubrían las necesidades de muchas personas que no tienen ni los medios básicos para cocinar sus propias comidas, por lo que a finales de junio se lanzaron a cocinar raciones de comida. “Empezamos con 300, 400 raciones a la semana. Eso ha ido aumentando, sobre todo gracias a los voluntarios, que son lo mejor del mundo”, señala Riesco.
De esas 5.000 raciones, una parte se elabora en la Casa de Ejercicios Cristo Rey, en Pozuelo de Alarcón, y el resto las cocinan los voluntarios en sus propias casas. Más de un centenar de ellos están en Torrelodones. De coordinarles se encarga Macarena Robredo, quien explica a MasVive que cada uno se compromete a cocinar un número determinado de raciones del plato que se haya propuesto. Entre todos sacan alrededor de 400 raciones a la semana.
Son platos sencillos, económicos y fáciles de cocinar, como arroz con verduras, pasta con atún o con carne, patatas a la riojana… platos calientes en invierno y alternativas más frescas en verano. Cada voluntario se compromete a preparar al menos una decena de raciones, que se empaquetan indivudualmente, ya frías, en tuppers que proporciona la organización. “Hay dos puntos de recogida en La Colonia y el Pueblo, y un voluntario los recoge y los lleva a la Parroquia a la que van destinados”, explica Macarena. Los voluntarios de Torrelodones se han organizado para que de la localidad salga comida dos días a la semana, los miércoles y los sábados.
Además de comida, los voluntarios de Confía también ayudan con otras necesidades. Este invierno recogieron calefactores, mantas y ropa de abrigo para la Campaña de frío. También ayudan, en la medida de sus posibilidades, en otras necesidades que van surgiendo, como hacer bizcochos para la Asociación Bocatas, que lleva 25 años acompañando los viernes a drogodependientes en Valdemingómez.
“Es súper gratificante, porque sabes que es una ayuda muy directa, una comida que cocinas hoy mañana la va a comer una familia. Además, mucha gente, sobre todo jubilada, nos da las gracias porque dicen que se vuelven a sentir útiles, hacer algo por lo demás. Esto es algo relativamente sencillo de hacer y que llega mucho”, asegura Macarena. Si quieren saber más sobre esta iniciativa solidaria pueden encontrar los medios de contacto en asociacionconfia.org.
Si (
No(
