Después del embalse del Atazar -425,3 hectómetros cúbicos y 1.070 hectáreas de superficie-, el pantano de Valmayor -con 124,4 hectómetros cúbicos y 755 hectáreas de extensión- es el segundo más grande de la Comunidad de Madrid.
El embalse formó parte de un Plan de Abastecimiento de agua en los años 60 ante el enorme crecimiento de población de la capital de Madrid y tras una importante sequía en los 50. Se inauguró en 1976 con la obra principal en forma de escollera recta, catalogada por entonces como la más alta del país con 60 metros de altura y un kilómetro de largo. Aprovechando el caudal del rio Aulencia y extendido entre los términos de Valdemorillo, El Escorial, Colmenarejo y Galapagar, está flanqueado por otras dos presas: el embalse de Los Arroyos en el Escorial y la presa vieja o embalse de Valmenor en Colmenarejo.
El pantano recibe principalmente las aguas del Guadarrama, mediante un túnel de trasvase de cinco kilómetros que va desde la reserva de Las Nieves en La Navata-Galapagar hasta el vertido en el arroyo del Tercio. También se alimenta del arroyo Ladrón, un afluente del rio Aulencia y desde 1993 con el trasvase desde el embalse de San Juan en el rio Alberche.
Puentes, caminos, la Cañada Real Segoviana y la Cruz del Tercio
Esta obra hidráulica estuvo basculando su ubicación entre el Guadarrama o el Aulencia. Finalmente se decidió en una localización despoblada pero sobre un caudal menor. Sin embargo, la zona no estaba exenta de algunos vestigios históricos. Existía un camino donde vecinos, comerciantes y viajeros cruzaban el río Aulencia por un puente que quedó debajo de la principal escollera. Y también quedó sumergido un tramo de la Cañada Real Segoviana -que discurre entre La Rioja y Badajoz, entrando en Madrid por Buitrago del Lozoya, una parte en paralelo al Guadarrama y en dirección al rio Aulencia para seguir hacia Quijorna-, que a la altura de Los Arroyos desaparece en la parte norte del embalse.
Por otra parte, es aquí donde confluyen los arroyos del Ladrón y el Tercio, que dio nombre a un puente y a una cruz. La cruz del Puente del Tercio esculpida en granito data del siglo XVII y demarcaba los términos municipales de Galapagar y El Escorial -La Fresneda y Navalquejigo- en la propia Cañada Real Segoviana. Hay una leyenda que cuenta que esta imagen se encargó en memoria de las víctimas de una sociedad masónica, la banda criminal de la Garduña, de la que no se encuentra más información. Fue rescatada del pantano en 1985 y trasladada al municipio de El Escorial, donde se puede ver en la glorieta de los Sexmos.
El puente del Tercio, catalogado como bien de interés histórico, está bajo el agua y solo en épocas de sequía reaparece parcialmente. Fue en el 2015 cuando quedó completamente a la vista porque se procedió a vaciar el embalse de Valmayor para la construcción de una nueva torre de extracción. Recordar su historia en el contexto del siglo XVIII es lo único que nos queda.
El origen de este puente apunta a la construcción del monasterio de El Escorial y su necesidad de trazar caminos cada vez más cortos que uniera esta nueva residencia Real y de la Corte con la ciudad de Madrid. El primer trazado fue con parada y fonda en Torrelodones y desvío hacia el pueblo de Guadarrama. Luego se acortó por Galapagar construyendo Juan de Herrera el puente Nuevo sobre el rio Guadarrama. Y el tercer itinerario fue abrir el Camino Real desde el puente de Retamar en Las Rozas y parte de la actual carretera M-505. Carlos III mandó construir en 1765 al ingeniero Marcos de Vierna, un puente para salvar el arroyo del Tercio que solo tenía agua en primavera y otoño cuando los Borbones frecuentaban la zona. En 1972 este puente se cubrió con las aguas del embalse y se sustituyó por el moderno viaducto de Vierna, en la M-505.
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