La exposición recoge numerosas anécdotas de la vida de Jacinto Benavente, objetos personales y fotografías nunca antes vistas en Galapagar. Esta localidad fue, durante muchos años, residencia veraniega del autor, quien además pidió expresamente en su testamento ser enterrado en este municipio. Los visitantes podrán ver, entre otras cosas su bastón -donado al Ayuntamiento por la familia Hurtado- y sus gafas -procedentes de una donación anónima-, así como cartas manuscritas.
Los documentos proceden de diversas fuentes, como el Archivo Histórico Nacional, de donde se ha obtenido, entre otras cosas, un reconocimiento notarial de su hija natural Rosario Benavente el 10 de junio de 1903, su Diploma de Premio Nobel de Literatura (10 de diciembre de 1922) expedido por la Academia Sueca, un abono taurino de la plaza de San Sebastián, el carné de socio de honor del Ateneo Científico Literario y Artístico de Madrid o su partida de bautismo.
Del Archivo Regional de la Comunidad proceden las fotografías, pertenecientes al fondo fotográfico de Santos Yubero. Se puede ver, entre otras cosas, a Jacinto Benavente jugando al ajedrez en la finca El Torreón de Galapagar o, también en esta finca, celebrando su cumpleaños junto con sus amigos de la Sociedad de Autores. En la exposición también se podrán ver fotografías de su entierro, tanto del cortejo fúnebre como de la recepción en la entrada de la Iglesia o las imágenes tomadas en el Cementerio antiguo de Galapagar.
La exposición se ha inaugurado este lunes con acto en el que han participado el Centro Integrado de Música Padre Antonio Soler de San Lorenzo de El Escorial y 25 alumnos del Colegio Jacinto Benavente quienes, además de participar en un cuentacuentos, han disfrutado de una gymkhana. El Año Jacinto Benavente ofrecerá, además de esta exposición, más de una treintena de actividades hasta diciembre, todas con la figura de Jacinto Benavente y su obra como hilo conductor.
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