La robótica llega con fuerza a Torrelodones dirigida por una joven ingeniera

Se encarga por propia iniciativa de la parte de formación de la asociación A.R.C.E. de robótica de competición española que fundó junto con otros diez socios en toda España en el año 2009.

Para hacer un robot se necesita un diseño, la electrónica para crear el circuito eléctrico e incluir motores; la mecánica para ingeniar engranajes y poleas y la programación informática para dotarle de un cerebro artificial. Pero también es fundamental la habilidad de convencer a los financiadores para que los proyectos se lleven a cabo. Este es el mundo de la robótica que ha comenzado a impartirse en Torrelodones, para los más pequeños puede ser un juego y para todos un reto intelectual.

El grupo que ha comenzado en Torrelodones―cerca de la veintena, entre los 12 y los 50 años de un padre―han tenido la ocasión de participar en una de las mayores competiciones a nivel internacional, una de ellas lo ha traído Inés por primera vez a España.

Dos campeonatos y uno pionero en España se celebran en Torrelodones

El pasado 30 y 31 de Enero se celebró en Torreforum el Campeonato Regional de Madrid de VEX Robotics donde participaron formando tres equipos los alumnos de Torrelodones. Estos irán a Barcelona el 8 de Marzo a competir con los otros quince equipos que hay en toda España y el ganador irá al campeonato mundial que se celebrará en Abril en Kentucky. El reto es construir cada año un robot que realice unas determinadas tareas. Este año era complicado: tenían que levantar un cubo de medio kilo.

También tuvo lugar el Campeonato Nacional de VEX IQ para los mas pequeños―el primero que se celebra en España porque Inés lo ha traído de EEUU―donde participaron doce equipos de Madrid y Mostoles. Lo consiguió un equipo formado por dos niños de 8 años que irán directamente a participar en el mundial.

La Robótica y los valores

Cuando Irene estuvo estudiando primero de Bachillerato en EEUU se unió al grupo de robótica que era una asignatura y una extraescolar. Descubrió que en las competiciones se puntuaba si se había hecho trabajos para la Comunidad y también el nivel de profesionalidad basado en la ayuda al contrario―cosa que en España no se entiende― creando una unidad de apoyo. Ella comenta que “en esta prueba se notó que para todos era nuevo y algunas aspectos no se entendieron, pero en definitiva han conocido una competición más sana”.

Otro de los aspectos en los que Irene es intransigente es en el machismo por propia experiencia. Como las chicas son una minoría en este campo de la ciencia, en sus clases siempre advierte que no va a tolerar ningún comentario, ya que dice que “yo soy la prueba de que todos podemos hacer de todo” y defiende en general el respeto a las diferencias.

Aunque el perfil de quien se interesa por la robótica es quien está pensando en hacer una ingeniería, Irene anima a descubrir el mundo de la ciencia y a jugar aprendiendo, especialmente a los más pequeños y apunta “si tienes un sueño, da todo”.