El concejal de Urbanismo, Antonio Iraizoz, recordó en el Pleno que los terrenos en los que se construirá ese estacionamiento en la calle Real, “hoy convertidos en un espacio degradado y lleno de coches”, fueron expropiados en su día con este fin. “También en las normas subsidiarias del 97 hay una ficha urbanística que permite un espacio libre público sobre un aparcamiento subterráneo”.
A juicio de Iraizoz, “se trataba de prever con suficiente antelación los problemas de movilidad a los que antes o después toda ciudad está obligada a enfrentarse y que Torrelodones ya sufre desde hace años”. El concejal de Urbanismo señaló que el objetivo del Ejecutivo es que ese lugar “se transforme en un lugar de encuentro y recuperación urbana, a la vez que esconde una infraestructura subterránea para mejorar la movilidad del centro urbano”-
Está previsto que la construcción y la explotación del aparcamiento subterráneo se hagan mediante cesión de obra pública, con una concesión de explotación por un plazo de 40 años. El presupuesto base de licitación máximo en la primera fase de las obras será de 12,4 millones de euros. En cuanto al número de plazas totales, se prevén 301; de estas, 221 serán de rotación y 80 de cesión de uso.
Desde la oposición se ha cuestionado esa inversión, y el hecho de que la obra irá acompañada de la eliminación de plazas de aparcamiento en superficie, 237 entre las calles Real y Francisco Sicilia y en el entorno del Paseo Joaquín Ruiz Giménez. Es decir, 16 plazas de rotación menos que antes de las obras.
“Es una obra faraónica, innecesaria y ruinosa para las arcas municipales. Además, va a causar un tremendo impacto, tanto en los vecinos como en los comercios de la zona más céntrica del pueblo”, explica el portavoz municipal del PSOE, Rodrigo Bernal, quien considera “un disparate abordar semejante obra e hipotecar el futuro del centro de Torrelodones durante cuarenta años para que, al final, haya dieciséis plazas menos de aparcamiento en rotación que las que ya existen ahora”.
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