El viernes 23 de agosto, el actor, tenor, director de escena y guionista madrileño Enrique Viana ofrecerá una aproximación satírica y libre a la zarzuela con ‘¡Luisa Fernanda, ya tengo Instagram!’, acompañado por el pianista Ramón Grau. Un espectáculo sorprendente en el que Viana se desdobla en dos personajes, un nieto y su abuela.
A través de la charla que mantienen ambos, va repasando los estrenos de una imaginaria temporada musical, intercalando la conversación de nieto y abuela con la interpretación de piezas líricas de zarzuela: convierte el personaje de la zarzuela ‘Luisa Fernanda’ de Moreno Torroba en dos, Luisa y Fernanda, rebautiza ‘La violación de Lucrecia’ de Nebra en ‘La vio la acción de Lucrecia’), juega a la confusión entre ‘Tabaré’, de Tomás Bretón, y ‘Cabaret’, la película musical de Bob Fosse, se atreve con una divertida versión de ‘In fernem land’ de la ópera ‘Lohengrin de Richard Wagner… un espectáculo sorprendente.
El sábado 24 de agosto, la cantaora onubense Argentina realizará un homenaje a la música cubana con un concierto en el que presentará los temas de su disco ‘Mi idilio con La Habana’, en el que muestra lo que significó para ella su visita a esa ciudad “una de las capitales del mundo de la música en el planeta”, asegura.
Una actuación en la que se convergerán los ritmos del flamenco, el son cubano, la salsa y el bolero y en la que Argentina estará acompañada de Plena 79 Salsa Orchestra, grupo español candidato en la categoría de salsa a los Grammy Latino del pasado año.
Oteyza y Antonio Najarro
Por último, el 25 de agosto se podrá ver en el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial ‘Merina’, espectáculo creado por la marca de moda española Oteyza que ha contado con el bailarín y coreógrafo Antonio Najarro, para su coreografía. Un espectáculo transversal de música electrónica, danza y moda, dirigido por Paul García de Oteyza y Caterina Pañeda y con música de Tagore González, que bascula entre la tradición y la vanguardia. Las piezas coreográficas de Najarro, la música de González, el vestuario de Oteyza transportarán al espectador al origen, nacimiento de la lana merina, y al proceso en el que la artesanía se transforma en arte.
Najarro despliega una antología del baile donde caben desde el ballet neoclásico hasta la danza contemporánea o urbana, pasando por la danza estilizada con guiños a la escuela bolera, la flamenca o a los bailes regionales.