Según ha explicado Mariola Vargas, aún queda un trámite burocrático, ya que desde la Dirección General de Administración Local les han pedido un nuevo ajuste en el proyecto modificado de la obra, que hubo que elaborar para incluir en la actuación un transformador eléctrico no previsto en el proyecto original.
“Nos han pedido, para adecuar el proyecto al Real Decreto que se aprobó en diciembre de 2022, que el modificado se ajuste a los precios unitarios de la Comunidad para 2023 y acompañarlo de un proyecto de supervisión”, ha explicado Vargas, quien ha adelantado que el Consistorio ya se han puesto en contacto con la constructora, el director facultativo de la obra y lo servicios técnicos municipales “para que se pongan a ello inmediatamente” y que este mismo jueves sabrían cuando estarán listos estos nuevos documentos.
“La Comunidad de Madrid nos ha mostrado el compromiso de que, una vez aprobados en la Junta de Gobierno local, no van a a tardar más de 15 días en dar su visto bueno y continuaría la obra. Desde la constructora también nos han dicho que están en disposición de continuar los trabajos en cuanto esté todo OK. Yo calculo que será en el plazo de unos dos o tres meses, si todo va bien”, ha indicado Vargas.
Este último ajuste sí afectará al precio de la obra, que originariamente se adjudicó a una UTE formada por Geocivil y EJA Instalaciones por un importe de 3,6 millones de euros más IVA. Pero la novedad es que ya no supone un hándicap para su continuación, ha afirmado la alcaldesa, “porque el nuevo Real Decreto permite una modificación presupuestaria siempre que no exceda el 19,55 por ciento, como dice la Ley de Contratos. Con lo que todo fenomenal, parece que tiene buena pinta”.
Una obra prevista para durar 14 meses
Las obras de ampliación del Polideportivo Quique Blas arrancaron en verano de 2020, con un presupuesto de 3,6 millones de euros y un plazo previsto de ejecución de obras de 14 meses. Tendrían que haber estado terminadas en septiembre de 2021. Incluyen la remodelación del actual pabellón, la creación de una segunda pista deportiva, la ejecución de una edificación contigua a las pistas con equipamientos y servicios y la urbanización exterior, incluyendo una amplia plaza y 171 plazas de aparcamiento.
La obra está basada en el proyecto ‘Trasluciente’ de los arquitectos Juan Fernández del Campo y Elena Orenés, ganador del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento y el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM). El proyecto prevé organizar el espacio interior en torno a un amplio vestíbulo de doble altura, que sirva como acceso general a la instalación. Incluye dos pistas polideportivas; la actual y una nueva que permitirá la práctica reglamentaria de balonmano, fútbol sala, hockey-sala, baloncesto, minibasket, bádminton, tenis y voleibol en el sentido longitudinal, y la práctica reglamentaria de bádminton, voleibol, baloncesto y minibasquet en sentido transversal, en dos pistas.
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