Estas medidas implican reducir el alumbrado público en distintas zonas del municipio, explican, “siempre teniendo en cuenta que no se perjudique a la población”. Incluyen retrasar el encendido del alumbrado viario diez minutos al anochecer y adelantar media hora su apagado al amanecer, lo que supondrá un ahorro anual de 65.848 euros, y el apagado del 50 por ciento de las luminarias de la avenida de Valladolid, avenida de la Dehesa (zona del Instituto) y Jesusa Lara (desde Andrés Vergara a Rosario Manzaneque), excepto en pasos de peatones y paradas de autobús, lo que representa un ahorro anual de 84.022 euros.
Según explican desde el Consistorio, el consumo de los edificios y equipamientos municipales, así como del alumbrado público, constituyen la mayor parte del gasto energético municipal total, y se quiere hacer rente así a un incremento que se registra ya desde hace unos meses.
Son medidas “pequeñas”, reconoce el concejal de Medio Ambiente, Luis Berutich, “pero pensamos que con pequeños ahorros podemos conseguir mucho”. Además, el Consistorio continúa trabajando en la sustitución del alumbrado público para pasar a tecnología LED, lo que permitirá también ahorrar en el consumo eléctrico, y en la instalación de placas solares para que los edificios municipales “sean en la medida de lo posible lo más autosuficientes posible”, ha indicado.