Reconoce la portavoz municipal, Ana Núñez, que los problemas con la empresa comenzaron ya desde el segundo mes de contrato. “Faltaban suministros, no se sustituía a los trabajadores que faltaban a su puesto de trabajo…”, relata. Una serie de incumplimientos a los que se unieron retrasos en el pago a los trabajadores, que por ejemplo en el mes de enero no pudieron cobrar al menos hasta el día 17 o 18.
Por cada mes que han incumplido sus obligaciones se les ha abierto un expediente por faltas graves, lo que implica que se les puede sancionar hasta con un 20 por ciento del coste del contrato. En el Pleno del mes de febrero se aprobaron sanciones económicas que ascienden a casi 13.000 euros, que se han ratificado en Pleno este miércoles, 23 de marzo, tras resolver los recursos presentados por la empresa, y “no parece que esto vaya a enderezarse”, asegura Núñez.
“No parece que esto se vaya a arreglar, tenemos dos años de contrato más dos prórrogas y creemos que va ser imposible llegar al final”, explica la portavoz municipal, quien ha lamentado no sólo que esta situación esté afectando al servicio público de limpieza de las instalaciones municipales, sino sobre todo a los trabajadores, “que están sufriendo las consecuencias de esta situación”.
Desde el Ayuntamiento han mostrado su determinación en resolver esta situación “anómala” lo antes posible, dentro del margen de maniobra que cuenta como Administración. De hecho, han anunciado que se está elaborando un nuevo informe para proponer un expediente sancionador y la resolución del contrato.
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