Explican que en el caso del acebo, el tejo o el alcornoque, al tratarse de especies protegidas, la legislación regional prohíbe, con carácter general y más en concreto en Navidad, su recogida, incluidas sus semillas y frutos. Estas especies no abundan en la Comunidad y son muy sensibles a las alteraciones y daños que se les pueda producir.
Por otro lado, sí se puede hacer acopio -en pequeñas cantidades y para uso particular- de piñas de pino y pinocha, ramas, cortezas y pequeñas piedras, así como puntas de árboles que hayan sido cortados como consecuencia de tratamientos selvícolas y el aprovechamiento de maderas autorizados, o de limpieza de los trazados por donde discurren los tendidos eléctricos.
El Cuerpo de Agentes Forestales de la Comunidad de Madrid, encargado de garantizar un uso controlado de las especies vegetales en la región, ofrece una serie de recomendaciones en esta materia, con el objetivo de preservar y respetar el entorno natural y no perjudicar el ecosistema.
En primer lugar, es importante recolectar únicamente la cantidad de recursos que se vayan a utilizar. En caso de adquirir abetos con cepellón, el conjunto de las raíces y la tierra que las envuelve, hay que mantenerlo en lugares no soleados y proporcionarles humedad ambiental.
En el momento de deshacerse de ellos hay que replantarlos en el jardín o entregarlos a los servicios de recogida establecidos a tal efecto, pero, en ningún caso, replantarlos en parques o montes. Y en el caso de especies protegidas como el acebo, tejo, corteza de alcornoque o musgo, se debe de acudir a los viveros o lugares de venta autorizados.
Por último, una vez que se hayan obtenido los ejemplares que se necesitan, hay que dejar la zona tal y como se encontró, sin restos ni residuos. Y ante cualquier problema o anomalía, ponerse en contacto con el teléfono de emergencias 112.