www.masvive.com
Centro Hope: la ayuda que necesitan nuestros jóvenes
Ampliar

Centro Hope: la ayuda que necesitan nuestros jóvenes

Por Centro Hope
x
centrohopegmailcom/10/10/16
http://www.centrohope.com
Add to Flipboard Magazine.
Como ya sabéis, la pandemia de COVID19, ha producido y sigue produciendo paralelamente un grave impacto en nuestra salud mental. Síntomas como la ansiedad, depresión, miedo, aislamiento, trastornos del sueño o estrés postraumático, pérdida del sentido de vida han estado y siguen estando para muchos a la orden del día. Y lo que más ha llamado la atención, que aunque han sido los menos físicamente afectados, uno de los colectivos especialmente afectados han sido el infanto-juvenil, como así muestran las encuesta del CIS sobre los efectos psicológicos de la pandemia en los jóvenes.

La pérdida de familiares cercanos como los abuelos, el cierre de los colegios e institutos, el tener que estar con mascarilla ocho horas diarias, la escolarización on-line y el confinamiento y la falta de sociabilización son los factores más evidentes y más vinculados a la pandemia COVID19.

Sin embargo, de forma subyacente hay otros factores más relacionados con el tipo de sociedad que estamos creando, que llevan más años existiendo y quizás se han exacerbado aún más en este año y medio, como el aumento de separaciones, divorcios o problemas conyugales, el estrés de la sociedad en general y el familiar, el ver negro o incierto el futuro laboral lo que conlleva a desmotivación académica en muchos estudiantes, la inestabilidad a nivel mundial, la falta de valores y límites sanos, neutros (es decir, sin cólera o enfado) y firmes, el mal uso y desproporcionado de las tecnologías lo que está afectando muy gravemente a la comunicación familiar y social, la enorme presión social y grupal que se ejerce a través de los medios sociales…

Si miramos todos estos factores conjuntamente, no es de extrañar que muchos de nuestros jóvenes presenten cada vez más crisis de pánico, ansiedad generalizada, depresión, irritabilidad y agresividad, trastornos de alimentación, baja autoestima (no sólo a nivel de sentirse valorados, sino de sentirse queridos), ideación suicida, conductas autolesivas y pérdida del sentido de vida, problemas de adicción a la tecnología y a las drogas, sexting, delincuencia juvenil o sean víctimas de bullying o abuso sexual…

Sin embargo, adoptar una postura pesimista no sirve de nada. Lo importante es preguntarse: ¿Qué necesitan nuestros jóvenes que no lo están recibiendo? Algunas respuestas basadas en nuestra experiencia clínica de tratar con niños, adolescentes, adultos, familias y parejas serían:

• Los niños y adolescentes necesitan sentirse apoyados emocionalmente, escuchados, valorados, tenidos en cuenta y respetados tal y como son. Los juicios, insultos, comparaciones están de más y hacen verdadero daño.

• Por otra parte, necesitan límites firmes y neutros sin juicios o enfados, pues les da estabilidad, aunque no les gusten y protesten un poco. Hemos tenido casos de adultos con problemas de adicción, que nos han dicho: “Ojalá mi madre me hubiese puesto límites cuando empecé a tontear con las drogas”. En estos tiempos los límites al mal uso de la tecnología es crucial.

• Necesitan aprender un equilibrio entre el dar y el recibir. Dar a los jóvenes todos los privilegios del mundo sin enseñarles que algunas cosas tienen que ganarlas, es contraproducente y genera tiranía y jóvenes que no saben ganarse la vida ni agradecer lo que se les da, ni aprenden a dar a los demás.

• Necesitan figuras significativas (padres, familiares, maestros..) que sepan gestionar bien sus emociones así como saber manejar el estrés y resolver sus carencias afectivas o heridas de infancia, para que aprendan a gestionar bien sus emociones y el estrés.

• Necesitan un clima óptimo de comunicación, donde la escucha y expresión de las necesidades sean adecuadas por ambas partes. Es muy triste observar en restaurantes padres cenando al mismo tiempo que miran el móvil y su hijo/a mirando a ambos sin saber qué hacer para poder comunicarse con sus padres.

• Necesitan compartir tiempo de calidad con sus padres, aunque sea poco tiempo al día, sin que sus padres estén haciendo ochocientas cosas a la vez.

• Necesitan que sus figuras significativas asuman sus responsabilidades emocionales sin meter a sus hijos en las discusiones de pareja.

• Necesitan ser enseñados valores y un código ético que respetar, con el ejemplo, es decir que vean que sus padres walk their talk (predican con el ejemplo). De nada sirve establecer unos valores a tus hijos que uno mismo se salta.

• Necesitan aprender a que ser sensible es bueno porque te hace empático, pero es importante saber defender esa sensibilidad y aprender a ser asertivos.

• Necesitan saber que todos tenemos un cien por cien de valía pero cada persona tiene ingredientes diferentes y no son comparables.

Por supuesto, esto es más fácil decirlo que hacerlo, pero no es imposible. Suele requerir esfuerzo, paciencia, motivación, compromiso y trabajo personal. Pero desde luego, merece la pena, pues ver a los jóvenes de nuestra sociedad felices, seguros de sí mismos, desarrollando plenamente sus talentos y enraizados en la vida, es el mejor regalo que podemos obtener.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)
Compartir en Google Bookmarks Compartir en Meneame enviar a reddit compartir en Tuenti Compartir en Yahoo

+
0 comentarios

© MasVive · [email protected] · Tf. 649 899 955