La impulsora del proyecto es Sabina Pera, trabajadora social, cooperante y psicóloga, que un día se lió la manta a la cabeza y consiguió recoger varias toneladas de alimentos enlatados y mantas para los campos de desplazados sirios. Desde entonces han realizado diferentes recogidas de alimentos y juguetes, al tiempo que se han involucrado en un proyecto para la recogida de material escolar y para la construcción de dos aulas de Educación Infantil en Mali.
Pero entonces llegó el COVID y lo trastocó todo. “Hay situaciones tremendísimas”, reconoce Sabina. Y no se podían quedar al margen. Por eso han realizado captaciones de fondos para la compra de alimentos destinados a familias afectadas por la pandemia. Con el dinero recogido, quincenalmente han estado haciendo compra y preparando bolsas para estas familias, la mayoría de Las Rozas, Galapagar, Torrelodones, Collado Villalba… unas 60 familias en total a las que han estado repartiendo productos frescos y en conserva. “No quedaba otra, ha sido una situación horrible que ha hecho que nos volcáramos todos”, reconoce. Tampoco ha sido fácil a nivel logístico, sobre todo por su empeño en hacer llegar a las familias productos frescos, pero reconocen que “era importante”. Ahora están en un ‘impase’. Se han acabado los fondos y necesitan nuevas donaciones para seguir comprando alimentos. “Nunca hemos tenido mucho dinero en efectivo”, explica Sabina. La organización es pequeña, no tienen muchos recursos ni local y tiran del trabajo voluntario de sus integrantes. Aún así, consiguen hacer mucho.
Ordenadores adaptados
Otra de las carencias que ha dejado a la vista la pandemia ha sido la de familias con pocos recursos cuyos hijos no disponen de medios para seguir las clases on line. Para tratar de cerrar esa brecha digital, desde Juntos No Hay Límites han emprendido un proyecto para acondicionar ordenadores.
“Nos iban llegando informaciones de alumnos que no tenían esos equipos y, a partir de ahí, empezamos a recoger ordenadores de amigos, instituciones... se ponen a punto y los acercamos a familias en situaciones muy precarias”, explica Flora Rueda, secretaria de la ONG. De momento ya han conseguido entregar alrededor de una treintena de ordenadores a escolares de toda la zona Nororeste. Enrique Pampín, encargado de recibir las donaciones y preparar los equipos, explica que, para las donaciones, piden que los equipos tengan al menos “un procesador de doble núcleo y una RAM de al menos 2 gigas, porque con menos capacidad no soportan videconferencias”. Tampoco les vienen mal todo tipo de periféricos.
Si quieren colaborar con las actividades de Juntos No Hay Límites pueden contactar con ellos en los teléfonos 657 35 82 75 (Sabina) o 629 56 45 15 (Enrique) o entrar en www.juntosnohaylimites.org.