Técnicos de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, acompañados por técnicos municipales, han visitado este jueves Guadarrama para conocer el estado de salud de la Olma centenaria que preside la Plaza Mayor de la localidad y descartar que pueda estar afectada por grafiosis.
Además de realizar, con una plataforma elevadora, una comprobación del estado de salud de este árbol, un ejemplar singular que hasta el momento ha resistido a la grafiosis, que durante años ha acabado con casi todos los ejemplares de este tipo de olmo, se han realizado los habituales trabajos de limpieza de las pequeñas ramas secas de la copa.
En una inspección realizada por el servicio de jardinería del Ayuntamiento se observaron no solo las ramas secas de la parte superior del árbol, normales teniendo en cuenta la edad y la regresión ocasionada por la misma, sino también algunas anomalías en la parte central del árbol. Pero no hay que preocuparse, después de la inspección, “se ha podido comprobar que en principio no hay síntomas de esa enfermedad”, ha indicadoDavid Mingot, Ingeniero de Montes en el Área de Conservación de Flora y Fauna en la Sección de Especies Protegidas de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, encargado de supervisar la operación.
Es muy importante vigilar los primeros momentos de la enfermedad de la grafiosis para intentar controlar su rápida progresión, ya que se trata de un hongo microscópico que afecta al sistema vascular del árbol, lo que provoca un fuerte marchitamiento foliar, su defoliación, y la muerte posterior. “Ha diezmado casi toda la población europea de olmos”, explicaba Mingot. Han sobrevivido pocos, entre ellos la Olma de Guadarrama, uno de los 283 árboles singulares de la Comunidad de Madrid. “Es el olmo mejor conservado de toda la región. Todos los vecinos pueden estar orgullosos de poseerlo, y esto les obliga además en cierta manera a conservarlo de cara al futuro”.
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