Torrelodones ha lanzado una campaña de concienciación sobre el uso correcto de las plazas de aparcamiento reservadas a personas con movilidad reducida. Con el lema ‘¿Dónde tenemos que poner estas plazas para que no aparques en ellas?’, la componente visual de la iniciativa son unos carteles que ubican estas características plazas de estacionamiento de color azul en lugares inusuales y difícilmente accesibles, como las fachadas o los vestíbulos de edificios públicos.
Con esta nueva iniciativa el Ayuntamiento da un paso más a fin de sensibilizar a aquellas personas que hacen un mal uso de esas plazas ocasionando así un perjuicio cuando estaciona su vehículo indebidamente en una plaza de aparcamiento reservada a personas con discapacidad. “Las personas que utilizan estas plazas las necesitan, no es un capricho”, ha recordado el concejal de Tráfico en funciones, Gonzalo Santamaría. “Estoy convencido de que a todos los que las utilizan les encantaría no tener que utilizarlas”.
Torrelodones, explica el Consistorio, supera el número de plazas de movilidad reducida que marca la ley para poblaciones de nuestro tamaño en el centro urbano, mientras que en las zonas de las urbanizaciones las plazas se pintan a petición de los vecinos y vecinas que lo necesiten específicamente.
Aún así, las personas que tienen que hacer uso de estas plazas se encuentran con que están ocupadas por vehículos no autorizados. En los últimos meses, en varias ocasiones, la Policía Local ha tenido que denunciar a vehículos que aparcan sin tener autorización. También suelen comprobar habitualmente que los que disponen de la correspondiente tarjeta de estacionamiento preferente la usan correctamente, es decir, solo cuando llevan o recogen al titular de la misma.
Desde el Ayuntamiento han recordado que no se puede estacionar en las plazas para personas con movilidad reducida ni aunque sea solo ‘para un momento’ y el conductor se quede dentro del coche. Tampoco se puede aparcar en ellas con la fotocopia de la tarjeta de estacionamiento preferente de un familiar o utilizando la tarjeta de ese familiar si no viaja contigo en el coche. Aparcar sin tarjeta en una plaza reservada, en Torrelodones, son 200 euros de multa. Si se hace además un uso fraudulento de una tarjeta de aparcamiento preferente, se trata de un delito que se puede perseguir de forma penal.