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Vías pecuarias, caminos en peligro
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Vías pecuarias, caminos en peligro

Por Lucía Oliveras
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El pasado 7 de abril se celebró por primera vez el Día Nacional de las Vías Pecuarias, que se quiere convertir en una fecha fija. Con él, Ecologistas en Acción y la Plataforma Ibérica por los Caminos Públicos querían dar a conocer este Patrimonio cultural único y para hacer cumplir la Ley para su conservación de 1995.

Las Vías Pecuarias son caminos históricos que surgen de las primeras civilizaciones sedentarias como necesidad al traslado del ganado -trashumancia-, buscando los ‘agostaderos’ en el frescor de la montaña y los ‘invernaderos’ en la calidez del Sur. La enorme red de Vías Pecuarias en España y su singular historia es un patrimonio único en el mundo. Hoy se conservan 125.000 kilómetros, de de los que 4.000 están en la Comunidad de Madrid, clasificados en distintos tipos según tamaño: cañadas, cordeles, veredas y coladas. Se incluyen además las zonas de descanso: descansaderos, abrevaderos y majadas.

La primera regulación, ordenación y protección de estos caminos se produjo en 1273 con el edicto real de Alfonso X el Sabio. Creó el Concejo de la Mesta como el gremio de ganaderos más importante de Europa y quedaron definidos los itinerarios en diez cañadas reales. Desde el 2007 están incluidas como candidatas en la Unesco para adquirir el título de Patrimonio de la Humanidad. Por su parte, el Consejo de Ministros decidió en el 2017 dar la máxima protección a la trashumancia como patrimonio cultural inmaterial.

Si bien es cierto, desde principios del siglo XIX perdió su esencia cuando el ganado se empieza a trasladar en tren o camiones y por ende se produce un abandono de estas Vías que son ocupadas por fincas colindantes, cultivos, carreteras, urbanizaciones, vertederos o embalses.

Las Vías Pecuarias son de competencia autonómica y desde 1995 existe una Ley Estatal que ante el progresivo desuso tradicional contempla tres funciones públicas añadidas como son la ecológica, la recreativa y la histórico-cultural. Estas vías están consideradas bienes de dominio público y por lo tanto son inalienables -no se pueden vender- imprescriptibles en el tiempo e inembargables.

Sin embargo, en la Comunidad de Madrid se han perdido cerca del 40 por ciento, y de las que quedan, en los últimos tres años se han tramitado 2.670 solicitudes para la instalación de infraestructuras varias como son tendidos eléctricos, conducciones de agua, gas, telefonía y otros. Estas ocupaciones permitidas excepcionalmente por la Ley se han convertido en habituales.

Las organizaciones convocantes de este Día de las Vías Pecuarias advierten que “la protección no es efectiva y se está perdiendo la funcionalidad de estos caminos, sus valores paisajísticos, culturales y la prestación de servicios ambientales”.

En Torrelodones

La Comunidad de Madrid ha sido tradicionalmente llegada y salida de rutas trashumantes y del paso de cuatro cañadas reales: la Cañada Real Galiana -colapsada por la autopista-, la Leonesa Oriental, la Soriana Oriental y la Real Segoviana -interrumpida por el embalse de Valmayor y urbanizaciones-. Ésta última es la que transcurre más próxima a Torrelodones. El presidente del Observatorio ciudadano para la conservación del Patrimonio de la Sierra Guadarrama, Ricardo Roquero señala que “una vía pecuaria cortada es una barbaridad, es la prevalencia del asfalto y la cultura del automóvil”.

Además, se han perdido vías pecuarias en el municipio al describir la clasificación de los tres cordeles. El Cordel de Valladolid fue absorbida por la autopista A-6 y contaba con dos descansaderos en sus márgenes: Asperillas -actual campo de fútbol- y Los Pradillos -futuro aparcamiento en Rufino Torres permutado por vía pecuaria de nueva creación trazada desde el túnel A-6 al arroyo de la Torre-.

El Cordel del Gasco conectaba el cordel de Valladolid con el rio Guadarrama, donde está situado el escondido abrevadero Charco de la Paloma. Se cortó en dos tramos por el ferrocarril y a mediados del siglo XX también por la finca de los Marqueses de Valtierra. Ricardo Roquero señala que “a los vecinos se les está vetando el acceso al rio Guadarrama”.

Y el Cordel de Hoyo, entre el Cordel de Valladolid con Moralzarzal y Colmenar Viejo. Buena parte fue asfaltada como carretera a Hoyo pero un tramo de 500 metros fue recuperado como corredor ecológico en zona urbana.

Con escaso recorrido y rozando solo el municipio se encuentra clasificada la Cañada Real de Peregrinos, que proviene de Galapagar hasta Hoyo entrando por La Berzosilla. El Observatorio realizó en el 2017 el experimento piloto ‘Recuperando la transhumancia en la Sierra Guadarrama’, con medio millar de ovejas merinas recorriendo 120 kilómetros desde Valdemorillo a Torrelodones con algunos tramos alternativos. Roquero puntualiza que “hay derecho de paso, pero en partes destacadas no hay recorrido posible”.

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