“Los personajes malos siempre han sido muy atractivos”

Pedro Casablanc acaba de recoger un Ondas por su papel de Juan Rueda en la serie ‘Mar de Plástico’ y el premio al mejor actor del Festival de Cine Español de Marsella por ‘B, la película’. Interpretar al ex tesorero del PP José Luis Bárcenas, su primer protagonista en cine tras una larga trayectoria que le ha convertido en rostro habitual del teatro, el cine y la televisión, le está reportando al actor, vecino de Torrelodones desde hace 13 años, un reconocimiento que no sorprende a quien haya seguido su carrera llena de secundarios memorables.

La película ‘B’ te está reportando muchas satisfacciones...

A mí particularmente sí. No es una película comercial, se ha hablado mucho de ella pero se ha visto poco. Se ha convertido en una película de culto, de la que todo el mundo habla pero que muy poca gente ha visto… fue muy sorprendente hacerla en teatro y después, hacerla en cine mucho más. La oportunidad de hacer mi primer protagonista grande para cine, y tener una nominación a los Goya… ese fenómeno ha sido toda una caja de sorpresas.

Además con un personaje muy icónico...

No pienso que sea el malo de la película. Es víctima propiciatoria de un sistema corrupto que lleva funcionando así desde hace muchos años. Como decía su hijo, Willy, en algún momento todos hemos copiado en los exámenes, pero han pillado a muy pocos. Es una manera de verlo. Pero sí que es verdad que es un chivo expiatorio que ha caído y que no le ha hecho ningún daño al gran rinoceronte que es el PP.

Tanto Bárcenas como su hijo te han felicitado.

Primero fue Willy Bárcenas el que quiso ver la película conmigo, por comentar cosas, y salió muy emocionado. Se lo transmitió a su padre y al poco tiempo conocí a mi alter ego. Fue un encuentro divertido, muy cordial y amable. Hablamos un poco de todo, de su caso, y me interesaba saber si van a ver cine español y teatro… me sorprendió mucho que no.

Has encadenado varios malos… ¿para hacer bien de malo hay que ser muy bueno?

En las películas americanas los malos siempre son actores ingleses porque han hecho más teatro y parece que están más dotados para darle cuerpo al mal. Los personajes malos tienen más posibilidad de juego y cuando has hecho más teatro tienes más facilidad para jugar e inventar. Cuando haces un malo muy malo necesitas tirar de la imaginación. Siempre han sido muy atractivos. Cuando yo leía ‘Los tres mosqueteros’ el que más me gustaba era Richelieu, al que todavía no he hecho. Aunque he hecho un Richelieu español que era el Arzobispo Carrillo de ‘Isabel’, que era también un cardenal bastante conspirador y ambicioso.

¿Cómo afrontas pasar del cine a la televisión o al teatro de una forma tan rápida?

Yo soy el mismo pero los guiones son diferentes y hay que tener tiempo de estudiarlos. Ahora mismo estoy con una película que se llama ‘Thi Mai’ de Patricia Ferrerira. En el momento en el que estamos y personalmente en el momento en que estoy no puedo desperdiciar casi ninguna oportunidad. En cine y televisión con tener tiempo para estudiarte el guión y poder incorporar el personaje es suficiente. El teatro es otra cosa, necesitas un mes de ensayo, cosa que en televisión o cine no nos podemos permitir. El salto de un medio a otro es fácil.

¿Y cuál es el que más te gusta?

Televisión y cine son más parecidos, sólo que en el primero estás más tiempo y es posible que se hagan las cosas más deprisa, aunque yo he llegado a rodar una película en seis días. El teatro es donde me he formado desde los 15 años. Llevo toda la vida haciendo teatro, una función al año prácticamente, o incluso dos, que es mucho… pero no puedo decir que sea lo que más me gusta. Me gustan mucho los rodajes, me lo paso muy bien por la variedad y la cantidad de paisajes y gente diferente que conoces.

¿Cómo ves la salud de la industria cultural en nuestro país?

Mientras sigamos dependiendo de las administraciones públicas para poder hacer películas, lo tenemos muy crudo. Creo que tiene que haber plataformas privadas de producción y tiene que haber una industria mucho más independiente de lo que son las administraciones, porque si no seguimos en una dinámica que nos está consumiendo como industria o como factor cultural. En cuanto al teatro, no creo que ahora mismo tenga una crisis de aceptación. La gente va muchísimo al teatro en Madrid, tiene mucha aceptación pública, otra cosa es que los contenidos estén más en crisis, o no sepamos bien qué contar. Yo creo que el teatro está viviendo un buen momento.

En Torrelodones llevas 13 años.

Vine a Madrid desde Sevilla en el año 1991 con una coproducción de teatro y casualmente veníamos todos los días a ensayar a Torrelodones, a la Casa de Cultura. La compañía era Goliardos y la obra, ‘Don Juan Tenorio’, que se hizo en el Albéniz. Viví en el centro de Madrid muchos años, en la plaza de Los Cubos, y con el tiempo decidí que quería salir de allí y estar en el campo. Y aquí estoy desde hace 13 años y aquí ha nacido mi hijo.

¿Y te da tiempo a vivir la vida cultural del municipio?

La verdad es que poco, estoy mucho tiempo fuera, viajo mucho… pero cuando estoy aquí aprovecho todo lo que puedo. Voy a la Casa de Cultura, utilizo la Biblioteca y este cine maravilloso que nos ha hecho Mariano Barroso, que casualmente fue el director de la primera película que hice, ‘Mi hermano del alma’.