Según Izquierda Unida, se trata de un trato de favor porque “los bares que hubieran instalado barras en la carpa no hubieran tenido que pagar tasas por ocupación de suelo público y por el contrario, los participantes del mercado ecológico y artesano lo hacen siendo una actividad escasamente lucrativa, o como ocurrió en el 2012 con una Fiesta Intercultural sin ánimo de lucro a la cual fue exigida una tasa cercana a los 6.000 euros”. Por ello, denuncia que “es inconcebible que una actividad lucrativa en beneficio de unas pocas empresas sea patrocinada y organizada por el Ayuntamiento, poniendo a su disposición suelo y medios municipales como la carpa y el trabajo de los operarios”.