Como hemos dicho anteriormente, es muy importante aprender a manejar las emociones de nuestros hijos. Y es por ello, que os presentamos a continuación algunos consejos:
Enseñarles que los sentimientos no son buenos ni malos, pero que es importante aprender a manejarlos adecuadamente.
Escucharles atentamente, buscando el contenido del mensaje, no las formas.
Aceptar sus sentimientos, por extraños que os parezcan.
Si no comunicáis vuestros sentimientos a vuestros hijos, no exijáis que ellos os lo comuniquen a vosotros, ya que sois su modelo. Harán lo que os vean hacer.
Concederles sus deseos en la fantasía. Nunca se sabe.
La rabia es necesaria expresarla, aunque es importante respetad las tres reglas: que el niño no se dañe a sí mismo, no dañe a otros o rompa otros objetos de los cuales luego se pueda sentir culpable. Por eso cuando exprese la rabia de forma inadecuada (insultos, pegar, romper cosas..) os sugerimos que le digáis que aunque tenga razones para ellos, esa no es la forma de hacerlo e indicarle cómo os sentís ante su actitud.
Decirle cómo os gustaría que os lo dijera. Y enseñadle un espacio adecuado para que pueda expresar su rabia de forma apropiada.
Hay muchas formas de expresar la rabia. Lo importante es encontrar la que funcione para su hijo, respetando las tres normas.
No entrar en el juego de insultos o acusaciones, ya que es echar más leña al fuego.
Cuando lo veáis muy alterado, es mejor dejar de discutir. Hablar más tarde con él/ella.
Cuando haga algo que no os guste, decirle que esa actitud no os gusta, aunque sí su persona.
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