Desde pequeños es importante aprender a aceptarse a uno mismo y quererse cómo uno es. Sin embargo, esta labor se dificulta si siempre tenemos "Pepitos Grillos" alrededor que nos transmiten un sentimiento de que lo que "hacemos o valemos" no es suficiente.
Es por ello, que es crucial que tanto familiares (padres, abuelos, tíos..) como educadores del niño (profesores, cuidadores, terapeutas, entrenadores...) cambien ese mensaje exigente y perfeccionista por uno más positivo y constructivo, siendo más realista en torno a las fortalezas y debilidades de los niños.
Nuestras recomendaciones serían las siguientes:
- Cuando haga algo bien, elogiadlo siendo específicos y precisos en relación a aquello que elogiáis:
- Describe aquel comportamiento, actitud o gesto que te ha gustado ver y cómo te has sentido al verlo.
- Resume el comportamiento digno de elogio del niño con una palabra.
- Evitad fijarse en sus defectos, y centraros más en lo que sí hace bien.
- No ponedle etiquetas. Son injustas, y sólo hablan de una parte de la realidad, por lo que generarán rabia en vuestro hijo al mismo tiempo que deteriorarán su autoestima.
- Dejad que los niños oigan "por casualidad" algo positivo de ellos, como si no supieráis que os está escuchando.
- Sed el comportamiento que esperáis ver, ya que eres su referencia.
- Archivad los momentos especiales de tu hijo y enseñádselos de vez en cuando.
- Es importante premiar a los niños, cuando hayan logrado alguna meta o su comportamiento haya sido bueno. No es necesario que sean recompensas materiales.
- Las recompensas emocionales (abrazo, calidad de tiempo de juego..) suelen ser más efectivas a la hora de reforzar la conducta de los niños. Si lo pensáis bien, lo que queremos todos son muestras de amor y respeto.
Artículo escrito por
Centro Hope
http://www.centrohope.com/
Avenida de Valladolid, 14 1º-6
Torrelodones
675 34 98 18
91 859 29 68