Las anécdotas y el intercambio de impresiones de los vecinos invitados fue lo más destacado del coloquio programado. Fermín González de la empresa “Torrelino” y patrocinador de esta Jornada, es instructor de alta montaña y fue comentando la proyección de uno de sus viajes a Katmandú, desde donde partió en una expedición organizada o trekking -del neerlandés (trek: migración), pero que se ha popularizado como peregrinaje deportivo como ritual saludable- donde progresivamente alcanzaron los más de 5.000 metros, no sin enfrentarse con el mal de altura o la falta de oxígeno que depende en gran medida de una progresiva adaptación.
Y, la sorpresa de la velada fue el numeroso grupo que forman “montañas y cañas”. Cerca de una treintena de amigos-con una media de 50 años- se reúnen cada sábado desde hace ya un año, cuando le pidieron al veterano montañero y también amigo del grupo, Manuel Sánchez Garzón, que les enseñara el Himalaya de Nepal que tantas veces él había ascendido. Recientemente lo han realizado y están muy entusiasmados con su hazaña, destacando “la solidaridad para animarnos y apoyarnos”. Además de subrayar que hacen montañismo y no senderismo, también disfrutan de muy buen humor, ya que la dificultad de sus rutas las califican con el número de cervezas que se merecen al terminarlas y así dicen que “tenemos marchas de una a cinco cañas”.