La educación pública protesta
miércoles 23 de abril de 2014, 12:06h
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En algo más de un mes habrá terminado el curso escolar. Quedan pocos días de clases, la Selectividad, ahora PAU, para los alumnos de Bachillerato, y los últimos exámenes para el resto. Para los escolares son días de estudiar y, por qué no, de hacer planes para las vacaciones. Para los profesores, de preparar evaluaciones y darle los últimos retoques al trabajo. Pero los días finales del curso escolar en la Educación Pública en Torrelodones, distan mucho de ser tan idílicos como cabría suponer.
Estos últimos días del curso escolar no están siendo más que un reflejo de lo que ha pasado durante todo el año, marcado por las protestas de la denominada Marea Verde contra los recortes en la Educación pública madrileña y, además, por las críticas de una parte de la comunidad educativa contra el anteproyecto de la nueva Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa, conocida por sus siglas, LOMCE, y también, por sus detractores, como Ley Wert, en referencia al ministro de Educación, José Ignacio Wert.
Un anteproyecto de ley que debería haber pasado por el Consejo de Ministros el pasado 10 de mayo y cuya aprobación se retrasó hasta el pasado 17 de mayo, aseguran desde el Gobierno central, por la necesidad de solucionar “observaciones” no resueltas, sobre todo, en torno a su financiación. Sus detractores, sin embargo, achacaban el retraso -que finalmente no fue más que de una semana- al “éxito” de la jornada de huelga convocada el pasado 9 de mayo en toda la Educación Pública, una convocatoria en la que participaron tanto profesores como padres y que también se dejó notar en Torrelodones.
En concreto, los datos oficiales, recogidos por la Concejalía de Educación, hablan de un seguimiento de la huelga del pasado 9 de mayo del 30 por ciento en el CEIP Nuestra Señora de Lourdes, del 10 por ciento en El Encinar y del 42 por ciento en el CEIP Los Ángeles. En el caso del Instituto Diego Velázquez, el seguimiento fue del 21 por ciento de los docentes. Si hablamos de las Escuelas Infantiles públicas, en Las Ardillas el seguimiento del paro rondó el 40 por ciento y, en el caso de la Escuela Infantil El Tomillar se cifró en el 10 por ciento en el caso de los educadores y otro tanto en el caso de los profesores.
En cualquier caso, esta huelga no ha sido más que otra etapa en el rosario de movilizaciones que se han vivido en todo el sector desde que comenzara el curso en respuesta a las políticas educativas del Gobierno regional. De hecho, antes de que terminen las clases ya hay convocados nuevos paros, en concreto del profesorado interino de la Comunidad de Madrid, que se extenderán hasta el 23 de mayo.
La Educación en Torrelodones
¿Reflejan esas protestas un malestar por la calidad de la Educación que reciben nuestros escolares? Ni mucho menos. Al contrario, a cualquiera que pregunten les asegurará que la calidad de todos los centros educativos es “excelente”, “magnífica”... Padres y profesores coinciden en reconocer que, en este sentido, Torrelodones es un municipio “privilegiado” -concepto este que se repite en todas las contestaciones a esta cuestión-.
“Torrelodones es un enclave privilegiado, dentro de todo lo que está pasando, que es verdad que nos está afectando”, asegura Isabel Pérez Van Kappel, presidenta de la Asociación de Padres y Madres del IES Diego Velázquez y una de las fundadoras de la Asociación Ciudadan@s por la Pública. “La calidad de los colegios es alta”, afirma otra madre, en este caso de uno de los centros de Primaria de la localidad. “No se puede decir nada malo de los colegios”, responde otra.
La responsabilidad de esta apreciación está repartida entre la percepción del buen trabajo que se hace desde los centros -con una alta valoración del trabajo de docentes y equipos directivos- por un lado, y por otro al propio entorno socioeconómico de la localidad, que se refleja en la implicación de las familias.
“Los padres entienden que es importante, los niños en general van preparados al colegio, saben que es necesario ir a clase...”, explica el concejal de Educación de Torrelodones, Gonzalo Santamaría. “Desde mi experiencia como profesor -Santamaría es profesor del CEIP El Encinar- puedo decir que cuando llamas a un padre para una tutoría, viene, que es algo que también facilita el nivel socioeconómico, porque hay padres que no pueden ir a las tutorías simplemente porque trabajan de sol a sol. Por otro lado, el nivel económico es importante porque los escolares tienen acceso a ordenadores, a libros, son niños que viajan, que van a museos...”.
Los recortes
Pero, aunque Torrelodones está en este aspecto “mejor que otras localidades”, los recortes también se notan. “Cada vez nos atacan más en la Educación Pública, se van cerrando ciclos y aulas”, afirma Laura Vargas, portavoz de la FAPA Giner de los Ríos -Federación a la que pertenecen las AMPTA's de los centros públicos torresanos- en la zona Noroeste. Vargas recuerda tanto los alumnos que se han ido quedando a lo largo del último curso escolar sin plaza en las Escuelas Infantiles públicas por el aumento de las cuotas como el cierre de ciclos y aulas en algunos centros madrileños.
Un hecho que también se podría haber producido en Torrelodones. En su momento, explica el concejal de Educación, Gonzalo Santamaría, la Consejería de Educación se planteó eliminar un aula de Infantil en el CEIP Los Ángeles y otra de Bachillerato en el Instituto Diego Velázquez. “Tuvimos que mediar con la Dirección de Área Territorial Madrid Oeste de Educación”, recuerda Santamaría, “y nos han escuchado. La demanda era completamente justa, porque puestos a cerrar aulas, había centros con menos alumnado, así que planteamos que si cerraban aulas lo hicieran allí donde hubiera menos alumnos. Y lo mismo en Bachillerato, no se puede cerrar un aula cuando ya se han quedado fuera un montón de escolares, porque no había más capacidad”. De hecho, y hablando del Instituto, sólo el curso pasado 76 estudiantes que habían pedido plaza en Bachillerato se quedaron fuera, según los datos aportados por la Consejería de Educación a través del Portal Escolar.
Tal vez el ejemplo más gráfico de esos recortes esté en el Instituto, un centro que ha perdido, en los últimos años, al menos 15 profesores, al tiempo que ha ido aumentando el número de alumnos -unos 1.200 en la actualidad-, lo que ha afectado a la ratio -número de alumnos por aula- del centro. Aún así, su director, Mario López, asegura que “el recorte de docentes es amortizado por el generoso y excepcional esfuerzo de los profesores que estamos”, pero recuerda que “los profesores han visto empeorar cada vez más sus condiciones de trabajo y sus derechos, lo que no quita que en el momento de entrar a dar una clase hagan un trabajo excelente. Y esa es la imagen y la realidad del centro, el trabajo de todos mis compañeros es constante. A lo largo de los años he visto mucha frustración, pero luego llega la hora de dar clase y son un ejemplo”.
Otro ejemplo de la incidencia de los recortes lo da Isabel Pérez y no tiene que ver con las horas lectivas, sino con otra faceta que los padres también consideran importante: las actividades. “Los alumnos de ESO se quejan de que los profesores no les llevan a sitios. Antes había muchas actividades extraescolares, y ahora se nota, porque simplemente los profesores no tienen tiempo de de organizarlas, porque están todas las horas que tienen de permanencia en el centro dedicadas a dar clase. Todo eso, que era un añadido muy positivo, no un lujo, sino parte de la formación, se ha perdido”. Otra área en la que se notan los recortes es en los profesores de apoyo, equipos de orientación, etcétera... que los profesores consideran importantes para dar una atención adecuada a los alumnos.
En cualquier caso, para el futuro, no parece que la situación vaya a mejorar. “Nos han dicho, ya le han dicho a la alcaldesa en Madrid, que para el próximo curso vienen recortes gordos, y además en Educación. Posiblemente para la Escuela Infantil el próximo curso haya unos recortes serios. Y se rumorea que, con estos recortes, la Consejería de Educación se va a hacer cargo del mantenimiento de los centros”, explica el concejal de Educación.
Desde la Consejería de Educación, por su parte, se niegan a hablar de recortes, e insisten en que, en términos globales, la Educación es de las áreas que menos ha visto minorar su presupuesto en los últimos años. Recuerdan sus compañeros del Partido Popular en Torrelodones que el presupuesto regional ha bajado un 25 por ciento en el último año y la partida presupuestaria de Educación sólo lo ha hecho “un 7 por ciento”.
“Otros los llaman recortes, yo creo que se está intentando producir ahorros y conservar lo que tenemos sin que haya una pérdida de la calidad”, señala el portavoz del PP torresano, Javier Laorden. “Hay áreas que han sufrido reducciones mas drásticas que Sanidad y Educación”, asegura, y defiende la calidad de la enseñanza madrileña. “El informe PISA sitúa a Madrid a la cabeza de España en cuanto al sistema educativo”, destaca, “no se ha disminuido el tema de becas para libros de texto, ni las becas de comedor, sigue existiendo el programa de bilingüismo, los medios tecnológicos avanzados que se han dado a la Educación son magníficos, se ha aumentado el número de colegios, y los ratios de alumno-profesor, pese a todos los ahorros, están por debajo de la media europea...”. Reconoce Laorden, eso sí, que “se está exigiendo más a los profesores, pasando de 18 a 20 horas lectivas”, pero “no se está perdiendo calidad en la Educación”. “La Comunidad de Madrid apuesta por la Educación”, concluye, “ahora, si lo que se pretende es que se invierta lo mismo que antes, es que no lo tenemos”.
Protestas contra la LOMCE
Sostienen desde el PP que se está produciendo un debate “ideológico” en torno a los recortes que también alcanza a los movimientos de protesta que, a lo largo de este año, se han ido reproduciendo por toda España, en torno a la LOMCE. Asegura Javier Laorden que lo que está buscando su partido desde el Gobierno central es una Educación “más accesible, con mayor calidad y excelencia” y rechaza el principal argumento de los detractores a la nueva Ley: “no es cierta la crítica de que no se quiere consensuar, pero es difícil negociar con la gente en la calle”.
Es una percepción que no tienen quienes se oponen a la nueva Ley Orgánica, la séptima de la historia de la Democracia. Padres, profesores, sindicatos... muchos coinciden en denunciar que la Ley “se ha elaborado sin ningún tipo de consenso”, y la ven “como un paso atrás” en el sistema educativo. “Los padres estamos absolutamente en contra. Es una ley retrógrada, nos lleva 30 años atrás, es muy conservadora, segrega y no fomenta la igualdad de oportunidades, está orientada a la creación de fuerza de trabajo. En resumen, no responde a las necesidades del sistema educativo”, resumen desde la FAPA Giner de los Ríos.
“Es una ley antipedagógica; en ningún momento se habla de formación de ciudadanos, sino de usuarios de un servicio; plantea la desaparición de los Consejos Escolares como decisorios en la organización de los centros; los directores pasan a ser jefes de personal y tienen capacidad de contratar interinos y constituir los equipos docentes, lo que puede hacer que los profesores con plaza fija tengan que irse de los centros; y además, plantea un sistema selectivo que acabará generando una segregación de entre el 30 y el 40 por ciento de los alumnos”, argumenta, por su parte, Gonzalo Alonso, desde la sección de Educación de CC.OO. en la comarca Oeste.
“Suena a algo muy viejo”, afirma Mario López. “Llevo 40 años como profesor y lo que leo en la LOMCE es lo que hicieron conmigo. Yo hice ingreso en Bachillerato, la reválida de cuarto, la reválida de sexto y fuimos de las últimas promociones que hicimos preuniversitario. Es decir, tuve cuatro filtros”. “Esos modelos son muy difíciles de extrapolar al siglo XXI. Creo que es muy poco apropiada, y va a crear mucha frustración”. Eso sí, este docente considera que no es malo que los estudiantes tengan “pruebas que registren los niveles alcanzados”, pero tienen que estar muy “medidas”. No cree, en cualquier caso, que esas polémicas reválidas “vayan a mejorar nada”. Pero las reválidas no son el único aspecto polémico de esta nueva normativa que aún no ha comenzado su tramitación y ya acumula detractores. “Es una ley muy poco hablada, hay pocos docentes detrás de ella o que no representan todos los estilos educativos”, recalca López. “Pero yo soy muy escéptico, una ley educativa necesita un apoyo económico importante, si no se le ha dado, no se si la Ley, por sí misma, puede prosperar. Es lo que ocurrió con la LOCE”.
La vista puesta en el futuro
“Hay una frase que se repite mucho estos días: '¿Usted considera que la Educación es cara? Pues pruebe a mantener la ignorancia'. Es un dilema con una respuesta obvia e inmediata. No nos lo podemos permitir si queremos ser un país moderno, europeo”, concluye el director del instituto, Mario López quien, en cualquier caso, se muestra muy positivo en lo que respecta, al menos, al entorno educativo de Torrelodones.
“Creo que hemos encontrado un equilibrio de diálogo, incluso entre todos los centros educativos, las relaciones con la Administración, con el ayuntamiento, con las familias... Y todos se dan cuenta de que es un equilibrio que nos favorece a todos. Hay posiciones diferentes, pero con el ánimo y la voluntad de no perder de vista ese equilibrio, esa sensación general de estar todos juntos en un objetivo muy común. En ese sentido Torrelodones ha conseguido un avance importante y tiene un futuro muy prometedor si nos dejan, si tenemos los recursos para seguir adelante”, finaliza. Una visión optimista, pese a todo, que también se reproduce en otros interlocutores cuando se habla de la Educación, porque no se pierde de vista que el debate, en definitiva, “tiene mucho que ver con hacia dónde vamos como sociedad”.