La hipocresía política

Cuando José María Aznar llegó al poder y desplazó a Felipe González la corrupción del pesoe se había institucionalizado como en Méjico. Teníamos a un Director General de la Guardia Civil en la cárcel, a media cúpula del interior, al Gobernador del Banco de España… y el caso Filesa donde un montón de dirigentes socialistas llevaban en bolsas de billetes los millones que los constructores daban a Ferraz a cambio de licencias.

El atentado del 11-M cambió el voto y llegó Zapatero contra todo pronóstico. Y después de ocho años de “talante” y ministras florero se ha marchado dejando este país a punto de tener que ser rescatado por la Unión Europea.

Los del pesoe de Torrelodones parecen tener la memoria de un lenguado, porque van y se molestan porque en el último editorial de Vive Torre se dice que llegó de nuevo el PSOE tras los atentados del 11-M y claro, como la historia debe ser diferente, pues van a hacer un comunicado.

Creo que estos cachorros que ahora dirigen el partido de Pablo Iglesias deberían asumir su propia historia, pedir perdón de los fallos como ha hecho el Rey y ser humildes dando ejemplo en lugar de ofenderse y rasgarse las vestiduras porque se recuerden algunos episodios gloriosos de la historia de su partido.

De exigir que los demás obviemos la historia nada. Precisamente he sido testigo excepcional de muchos de estos hechos denunciados. He dirigido medios diarios durante decenas de años y he sido testigo de cómo los empresarios entregaban los maletines al enviado del pesoe para ganarse el favor. He visto el cheque de sesenta millones que Javier de la Rosa entregó a un secretario general a cambio de un favor… tengo las actas notariales.