Al frente se encuentra Javier Martí, maestro de esgrima con más de 40 años de experiencia y licenciado en Educación Física, que ha dedicado su carrera a acercar esta disciplina a todas las edades. “Nuestro objetivo siempre ha sido la promoción de la esgrima. Queremos dar a conocer el deporte y que la gente pueda disfrutarlo sin necesidad de competir de forma intensiva”, explica.
El club, con sede en el Polideportivo municipal, cuenta con una sala polivalente equipada con cinco pistas eléctricas y sistema de señalización de tocados, considerada una de las mejores instalaciones de la zona. Cada sábado por la mañana, entre las 10.00 y las 12.00 horas, se celebran las sesiones de entrenamiento: una hora destinada a los más pequeños y otra para adultos, en grupos de unas 15 personas.
La filosofía del club se centra en ofrecer una práctica abierta, sin necesidad de grandes inversiones iniciales: los alumnos pueden probar un trimestre sin adquirir material, incorporándolo progresivamente si desean continuar. Actualmente, la cantera incluye desde niños y niñas que se inician hasta adultos que superan los 70 años, con una presencia equilibrada de hombres y mujeres, especialmente en la categoría senior.
Aunque el club no tiene un enfoque competitivo, sus alumnos más jóvenes que muestran interés en progresar reciben la orientación de Martí para unirse a clubes de Madrid especializados en la alta competición. “Nosotros buscamos mantener viva la actividad, que la gente se enganche y disfrute. La competición exige estar cada fin de semana fuera, y preferimos centrarnos en la formación y la difusión”, señala el maestro.
Con precios en torno a 50 euros por trimestre, el Club de Esgrima de Hoyo de Manzanares se consolida como una opción accesible y de calidad para quienes quieran adentrarse en un deporte que combina técnica, disciplina y diversión.