El objetivo de este espacio es “dignificar la vida del más vulnerable”, asegura a MasVive la concejal de Servicios Sociales, Sonsoles Palacios, quien defiende la importancia del asociacionismo para apoyar el trabajo que se hace desde las instituciones públicas. “Son los que dan el verdadero carácter social a los municipios y nos ayudan a que las personas tengan una ayuda, un acompañamiento inmediato desde el amor y el volcarse íntegramente en la persona. La institución puede dar una ayuda económica, pero el acompañamiento moral es algo que la sociedad actual ha perdido”, explica la edil.
Gala Solidaria
La Concejalía organizaba recientemente la primera Gala Solidaria de Torrelodones, destinada a dar a conocer el trabajo de estas y otras entidades que operan en el municipio: Red Madre, Asociación ASI, la Galleta Solidaria, Asociación Española Contra el Cáncer, Fundación Síndrome de West y la Fundación Gonzalo Otero. El objetivo era dar a conocer la labor de estas entidades, ponerlas en contacto las unas con las otras para que colabore y lanzar una petición de ayuda. “Necesitamos voluntarios”, señala Charo Hernández, de ASI. “Si no fuera por ellos, no estaríamos cada una donde está”.
La Gala sirvió también como broche de oro a la inauguración de la Casa de la Vida, que se han encargado de acondicionar en los últimos meses los propios integrantes de las entidades sociales que la van a utilizar, con la ayuda de voluntarios y empresas de la localidad. “Ha sido un trabajo coral”, aseguraba Carmen Aranda, de Red Madre, “porque es verdad que vamos a compartir un montón de espacios”.
Aranda es la responsable en la Fundación de una de las actividades que van a desarrollar en la Casa de la Vida, los talleres con colegios. Ofrecen formación afectivo-sexual y talleres para los alumnos, en los que ayudan a preparar canastillas, pintar baberos, escribir cartas… que después serán entregados a las mujeres a las que presta su apoyo Red Madre. “Cuando sacas a los alumnos del colegio”, explica Maria Torrego, presidenta del Patronato de la Fundación, “el taller se vive de otra forma, los jóvenes tienen una experiencia mucho más positiva”. Para ella, la principal función de la Casa de la Vida es mostrar “que se puede convivir, que toda vida vale y que todo el mundo tiene algo que aportar”.
En el caso de la Asociación ASI, en este espacio realizan actividades para jóvenes con discapacidad intelectual, principalmente de ocio y respiro familiar, talleres de arte, sobre todo en horario de tarde. Ahora también quieren organizar actividades en horario de mañana para todos esos jóvenes que por su edad ya no van al colegio y tampoco pueden asistir aún a los talleres ocupacionales.