CAMPEÓN DE ESPAÑA DE GIMNASIA DEPORTIVA

Cuenta Roberto que se considera una persona alegre, pero lo dice serio, con un tono de madurez que sorprende en un adolescente de quince años. Pero si tenemos en cuenta que dos tercios de su vida los ha pasado entrenando seis días a la semana, seis horas al día, se comprende entonces esa madurez labrada a golpe de entrenamiento, sacrificio y muchas horas sobre el tapiz, o sobre el caballo con arcos, o sobre las anillas, las paralelas, las barras… saltando, cayéndose y volviéndose a levantar. Su historia podría ser la de cualquier niño normal, un tanto hiperactivo, al que sus padres deciden meter en algún deporte para canalizar esa energía que parece desbordarle. Primero prueban con el judo, pero a Roberto no acaba de engancharle. Como el niño no dejaba de dar volteretas y subirse por todas partes, a los padres se les ocurre que igual los suyo es la gimnasia, así es que buscan un gimnasio cercano, en Majadahonda, y le apuntan. Lo que empieza siendo una actividad de un par de días a la semana al poco tiempo pasan a ser tres y, ante lo evidente de sus aptitudes para la gimnasia, sus entrenadores empiezan a sugerirle que amplíe sus horas de entrenamiento, que al poco son ya cinco y seis días a la semana. Los éxitos le ayudan a tomar decisiones, y es que en su primer campeonato de España, en 2003, con sólo nueve años, consigue su primera medalla: segundo en salto. Al año siguiente ya se lleva el oro en esa misma modalidad, un puesto que mantiene durante cuatro años consecutivos. Las medallas se acumulan y ya ni se para a registrar los datos: “Otro año quedé campeón en todo, menos en una de las disciplinas, que quedé segundo”. El año pasado compitió en la categoría absoluta (y no en cadete, que es la que le corresponde), logrando también buenos resultados, y sólo está al principio de su carrera deportiva…
Desde niño ha compaginado los estudios en el colegio público Los Ángeles con el entrenamiento por las tardes en el centro de gimnasia deportiva de Majadahonda, conduciendo una vida totalmente supeditada a la gimnasia. “No ha podido ir ni a un solo cumpleaños de sus amigos, ni a un viaje de fin de curso… siempre le coincidía con los entrenamientos o con algún campeonato” comenta Mercedes, su madre, quien reconoce que también ha sido y sigue siendo un sacrificio muy grande para ellos: “En casa los que trabajamos somos los que tenemos que acoplarnos a su horario y sus vacaciones”. Ni ella ni Antonio, el padre, o Ángel, el hermano mayor, tienen mucho vínculo con el deporte, salvo la sana afición de jugar en el Minifútbol que sigue manteniendo Antonio. “Lo hemos aprendido todo del deporte con él”, asegura Mercedes, quien asume este modo de vida por su hijo: “Nos hemos sacrificado por algo, claro que se te olvida cuando le ves subir a un podium, pero es duro”.
Hubo un momento, hace unos años, que Roberto dudó si continuar o no en la gimnasia, el esfuerzo era demasiado grande, pero a los veinte días ya quería volver a entrenar. “La duda le duró lo que le duraron las vacaciones”, comenta el padre. “Esto es todo o nada”, añade la madre, y fue él mismo quien decidió ir a por el todo, o quizá fue la gimnasia la que decidió por él…
Este curso 08/09 Roberto ha pasado a estudiar en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) para deportistas, en Madrid, subvencionado por una beca Blume. En él compaginan las horas de estudio (cursa 3º de ESO) con las de entrenamiento, compartiendo su día a día con otros deportistas. También este año ha entrado en el Equipo Nacional de Gimnasia Deportiva, formado por 18 deportistas, y ha empezado a entrenar con Fernando Siscar, quien ha llevado al podio europeo a varios gimnastas.
El Ayuntamiento de Torrelodones viene reconociendo su esfuerzo los últimos años: premio al Mejor Deportista tanto este año como el pasado, y premio a la Mejor promesa en 2005. Recibió una beca municipal de 1.500 euros en 2007, que pasaron a ser 500 el año pasado y a nada este año; parece que la crisis se nota…

¿Cómo es tu día a día?
Me levanto a las 6.30 y, después de desayunar, cojo dos autobuses y voy al CAR. Allí tengo clase de 8 a 10.40 h, de 11 a 14 entreno, de 14 a 15 como, luego hasta las 17.30 voy a clases, y después entreno hasta las 20 h. Vuelvo a casa en autobús y, después de cenar, hago los deberes. Los sábados por la mañana sólo entreno hasta las 14 h, y los domingos y los jueves por la tarde descanso.

¿Te gusta esta vida o te gustaría ser más “normal”?
Esto me gusta, claro que a veces pienso que me gustaría estar por ahí con mis amigos, y no entrenando, pero todo tiene su parte buena y su parte mala. Yo disfruto cuando la gimnasia (no cuando la hago mal), y también viajo mucho, creo puedo conseguir algo… El año pasado estuve tres meses de vacaciones y lo noté mucho, necesitaba entrenar, pero este año tengo sólo 20 días.

¿Cómo llevas la competición?
Cuando compito soy muy nervioso, a veces compito mal por los nervios, pero no nos enseñan ninguna técnica de relajación ni nada eso, te dicen que te tranquilices y ya está. Cuanto más practicas los ejercicios y las competiciones en tu gimnasio, luego te cuesta menos en la competición.

¿Has hecho alguna competición europea?
Todavía no. Este año he entrado en el Equipo Nacional, que es la edad habitual (14 o 15 años) de entrar en él, para acostumbrarnos a entrenar duro, seis horas diarias, para que luego cuando tengamos 20 años no nos cueste tanto… A nivel internacional se empieza a competir con 15 o 16 años. El año que viene tenemos el Campeonato Europeo.

¿Sueñas con participar en algunos Juegos Olímpicos?
Estaría bien, pero ahora mismo el propósito más cercano que tengo es ir al Campeonato Europeo Junior de 2012; me gustaría conseguir una medalla, a ser posible de suelo, que es lo que mejor se me da, aunque me caigo muchas veces…

¿Cómo ves el futuro?
En este deporte no te tienes que retirar tan joven como en otros, o como en la gimnasia femenina. Yo a largo plazo me veo como entrenador o al menos dedicado a algo relacionado al deporte, pero todavía me queda mucho para pensarlo. También hay algunos gimnastas que después de esto se dedican a otras cosas relacionadas, como trabajar en el Circo del Sol…

¿Tienes alguna afición?
Me gusta el ordenador, no tanto videojuegos sino más bien el Messenger, también ver la tele… Salgo poco, no tengo mucho tiempo.

¿Te das cuenta del sacrificio?
Sí que me doy cuenta, lo acepto y estoy a gusto. Una vez que estás dentro de este deporte, es muy difícil dejarlo, te engancha.

¿Qué valores crees que te aporta la gimnasia?
Soy mucho más disciplinado. Es cierto que a este nivel parece que tienes que estar siempre muy serio, y a veces traes a casa esa seriedad. Yo personalmente me río bastante, suelo estar contento, pero hay algunos allí [en el Centro de Alto Rendimiento] que siempre están serios, cabreados, pero yo no