Francisco Javier Vieira: “Mi reto es modernizar la administración de Justicia”

En una trayectoria profesional ascendente y sólida al mismo tiempo, el pasado 13 de febrero fue nombrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, tocando así el techo judicial en nuestra Comunidad. Le preguntamos acerca de su trayectoria y sobre los temas más candentes de la actualidad.

¿Qué es lo que más valora y disfruta de Torrelodones a nivel personal y familiar?
Posiblemente lo que más valoro es el mantenimiento de una estructura urbana y una forma de vivir propia de un pueblo, lo que es un auténtico lujo en un entorno como el de Madrid, masificado y deshumanizado. Este ambiente ha permitido que mi familia y yo disfrutemos en Torrelodones de una tranquilidad y una calidad de vida inmejorables.

¿Qué cree que se podría mejorar en Torrelodones?
El crecimiento de Torrelodones en los últimos años ha reducido las posibilidades de utilización de determinados servicios facilitados por el Ayuntamiento, como las instalaciones del Polideportivo, lo que debería mejorarse para recuperar el nivel de calidad anterior. Posiblemente también podría perfeccionarse el servicio de recogida de residuos, entre ellos los de restos de jardines, aunque también una mayor colaboración de todos los vecinos sería esencial. Y el estacionamiento de vehículos en las zonas comerciales del Pueblo y la Colonia presenta cada vez más problemas, que deben ser afrontados.

Entrando en el plano profesional ¿Cuál es su gran reto en el nuevo cargo judicial que ocupa?
Modernizar la administración de Justicia, mejorando sus estructuras y los métodos de trabajo. Una Justicia de calidad no puede conseguirse si no se superan los sistemas de gestión y de organización anticuados que se vienen aplicando. Sólo así serán eficaces otras reformas en marcha, como la que afecta a las aplicaciones informáticas.

El anterior Ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, sorprendió a la opinión pública al dimitir de su cargo por la famosa cacería sin licencia, sus contactos en ella con el Juez Garzón en plena operación Günter, así como por la presión de la oposición, ¿Cuál es su valoración al respecto y en qué cree que afecta al Poder Judicial la dimisión del Ministro?
Con independencia de cuáles fueran las razones de la dimisión del anterior Ministro de Justicia, que no me corresponde analizar, entiendo que puede ser positivo un cambio en este Ministerio ante el clima de tensión que existe, que afecta tanto a los Magistrados y Jueces, como a los Secretarios y al resto del personal al servicio de la Administración de Justicia.

¿Conoce usted al nuevo Ministro Francisco Caamaño? ¿Cuáles cree que serán sus principales retos en esta nueva etapa?
Estuve en su toma de posesión y todos los comentarios que escuché de los que le conocen coincidieron en su talante negociador y en su gran preparación. Estas cualidades serán especialmente útiles en estos momentos, donde debe enfrentarse al reto de desarrollar y poner en marcha una Oficina Judicial que, bien estructurada, puede resolver muchos de los males de la Justicia, pero que implicará cambios que pueden provocar rechazo de los colectivos afectados.

El Poder Judicial lleva unos meses acaparando titulares. El “Caso Mariluz” y la sanción al Juez Tirado, la renovación del CGPJ tras años de bloqueo, la huelga de Jueces o las actuales acusaciones sobre el mediático Juez Garzón, entre otros asuntos. ¿A qué cree que se deben tales turbulencias? ¿Es quizás un fallo de cimientos? es decir, ¿debido a las injerencias del Ejecutivo en el Poder Judicial y la consecuente politización de asuntos que quizás debieran ser estrictamente jurídicos?
La Administración de Justicia requiere serenidad y sosiego para desarrollar su labor, cada vez más complicada. Además, requiere reformas en profundidad, como antes señalé, y una mayor inversión económica y organizativa. Y, junto a todo ello, ser consciente la ciudadanía, de la que los políticos son sus representantes, que un Poder Judicial independiente, que sólo está guiado por criterios de sometimiento estricto a la Ley, y prestigiado ante todos, es una de las bases más esenciales del sistema democrático.

Para terminar, ¿Hizo usted huelga el pasado 18 de febrero? Creo que la opinión pública ve razonables las demandas de los Jueces pero, ¿puede un poder del Estado hacer huelga desde el punto de vista constitucional?
Con independencia de los criterios personales sobre esta materia, mi cargo actual es incompatible con el ejercicio del derecho de huelga, que carece de regulación específica, además, respecto a los Jueces y Magistrados. Pero creo que el debate mantenido sobre el ejercicio de este derecho de huelga por Jueces y Magistrados ha desviado la atención sobre la cuestión capital que estaba en juego: si los Jueces y Magistrados tenían o no razones para realizar esta queja colectiva. Y es que lo que considero relevante es que esta forma de protesta general -concretada en este caso en un paro de 24 horas que en la mayor parte de los Juzgados y Tribunales no provocó más que el traslado de actos procesales a otros días, sin generar realmente retraso alguno- estuvo respaldada por la realidad de las condiciones lamentables en las que se administra Justicia, en lo que coinciden incluso los que están en contra de la huelga de Jueces y Magistrados.

Alberto Alonso de la Fuente